La fractura social del Brexit abre otro frente político contra May
Dimite la comisión gubernamental que combate la desigualdad en el Reino Unido
Al Gobierno minoritario de Theresa May le crecen los enanos. Hoy arranca una semana clave para las negociaciones del Brexit y a la primer ministra le ha estallado una nueva crisis que pone de manifiesto la gran dificultad que tiene para gestionar las consecuencias sociales que implican la salida de la Unión Europea.
El sábado a última hora transcendió que Alan Milburn, consejo del 10 de Downing Street sobre desigualdad, dejaba el cargo y con él lo hacía el resto de la comisión asesora sobre esta materia. La renuncia es clave porque uno de los argumentos principales de la campaña contra la UE era la necesidad de recuperar el control, no solo de las fronteras, sino también de la economía para corregir las desigualdades que causaba la asociación comercial con el resto del continente.
Pues bien, el último informe de la comisión sobre la desigualdad advertía de que mientras la región de Londres y el sur del Reino Unido prosperan, el resto del país, regiones como las Midlands, sigue retrocediendo.
La semana pasada, al presentar el informe anual sobre desigualdad, Milburn señaló que la sociedad británica está dividida por clases, razas, sexos e ingresos, y que estas discrepancias tenían una traducción geográfica, además de social y económica.
“Inglaterra –escribió en The Guardian– está muy lejos de ser el país donde la aptitud y no el origen marque el destino vital de un niño”.
El sábado, en la carta de dimisión que hizo llegar a Theresa May, reprocha que la retórica de la primera ministra a favor de un Reino Unido “más justo” esté muy lejos de la realidad. De hecho, es la falta de voluntad política para afrontar la desigualdad lo que le ha llevado a la dimisión. Su renuncia arrastra a los otros tres miembros de la comisión. Milburn es laborista, pero su número dos es del partido conservador.
“Albergo muy pocas esperanzas de que este gobierno se capaz de llevar a cabo las reformas que creo necesarias para que Gran Bretaña sea más justa (...). Parece que es incapaz de dar la prioridad que se merece el reto de la desigualdad en nuestra nación”.
“En Estados Unidos –prosigue Milburn en su carta de renuncia– los ingresos reales (ajustados a la inflación) no han subido en los últimos 30 años. Ahora, aquí, el ministro de Economía predice que pasará lo mismo durante 20 años. Esto tiene una repercusión en la población y también en la política. Implica más odio, más resentimiento y crea la base que necesita el populismo para crecer”.
Fue precisamente la clase me- dia blanca estadounidense, la que depende de la industria más tradicional y se siente al margen del progreso que acompaña la globalización, la que dio la victoria a Donald Trump. Del mismo modo, las zonas más deprimidas del Reino Unido votaron mayoritariamente a favor del Brexit, mientras que fue Londres y las regiones más ricas las que optaron por seguir en la Unión Europea.
Milburn pone de relieve que la comisión ha pasado de estar formada por diez consejeros a solo cuatro y que los intentos para cubrir las vacantes han fracaso ante el desinterés del Gobierno.
Asimismo, pone el dedo en la llaga cuando acusa al Gobierno de no hacer nada para reducir la desigualdad salarial ni para corregir la enorme distancia que hay entre las escuelas de los barrios ricos y los pobres.
La crisis con la comisión sobre la desigualdad se solapa con otra que también está llenando los titulares, especialmente de los tabloides. Damian Green, número dos de Theresa May, veía páginas pornográficas en su ordenador cuando era diputado de la oposición en Westminster.
Green, que es el aliado más próximo de May en el Gobierno, lo niega, pero este fin de semana un inspector de Scotland Yard ha asegurado que no hay duda de que desde su oficina parlamentaria y con su ordenador personal visitaba webs pornográficas.
La policía confiscó su ordenador en el 2008, en el marco de una operación para determinar diversas filtraciones en el ministerio del Interior. Si ahora se ha hecho público el pasatiempo de Green ha sido porque, a raíz de diversos abusos sexuales, Theresa May ha ordenado diversas medidas para corregir la conducta inadecuada de sus ministros, así como de los miembros del Parlamento. El ministro de Defensa ya ha dimitido por haberse propasado con varias mujeres y Green está siendo investigado por lo mismo.
Scotland Yard confirma que el número dos de la premier era un gran usuario de webs pornográficas