Aprender a superar la ansiedad
El bloqueo puede dificultar el rendimiento y causar lagunas en la memoria, pero existen métodos para salvar los escollos
Para la gran mayoría de estudiantes los días previos al examen, sobre todo la última noche y las últimas horas, son sinónimo de ansiedad y estrés. “No es problemático en sí, la ansiedad es una emoción prima hermana del miedo. En las situaciones de examen, de evaluación de conocimientos y competencias, es de esperar que se genere un nivel de ansiedad y ponga a prueba un proceso normal de ansiedad, no es un trastorno”, dice Eloy Gey, psicólogo clínico.
Para una parte de estos alumnos, el examen puede convertirse en un problema mayor hasta requerir ayuda psicológica. Conscientes de esta realidad, la Universitat Rovira i Virgili (URV) ofrece ayuda a través de su Unidad de Asesoramiento y Apoyo Psicológico al Estudiante. “Representa un problema cuando la ansiedad se manifesta en una intensidad que genera una dificultad de adaptación de la persona, con niveles de preocupación y bloqueo cognitivo”, añade Gey, que trabaja con los estudiantes de la URV.
Si se produce un trastorno de ansiedad la respuesta del alumno ante el examen no será la óptima. “Puede perjudicar su rendimiento, con lagunas por ejemplo de memoria”, ejemplifica el psicólogo clínico. Ya que los exámenes forman parte ineludiblemente, al menos por ahora, de la experiencia académica de cualquier alumno, en un largo periodo de tiempo, de la educación primaria a la superior, la mejor forma de hacerles frente es aprendiendo a afrontarlos.
La URV ha elaborado un documento (La ansiedad frente a los exámenes) que reúne algunos consejos prácticos y previene de las malas praxis más comunes. “Han sido parte de vuestra experiencia educativa desde hace años y lo habéis hecho bastante bien si habéis llegado hasta aquí, aunque no haya sido fácil”, se advierte, de entrada.
“Uno puede elegir no hacer exámenes si no es estudiante, pero en la tradición cultural actual uno ha de afrontar exámenes, forman parte de nuestra realidad”, destaca Gey.
No todo es negativo. La ansiedad y el estrés generados por el examen, si no se desatan, pueden contribuir también a mejorar el rendimiento. “Un cierto nivel de ansiedad es normal e incluso puede resultar beneficioso. Es la respuesta natural del organismo ante una amenaza o una situación de peligro, que tiene por objetivo favorecer que podáis hacer frente a la situación con éxito”, destaca esta suerte de guía del estudiante angustiado. “Os ayuda a manteneros alerta, concentrados y con más energía para estudiar y para rendir más”, anima.
Los síntomas más habituales de la ansiedad son la tensión muscular, la taquicardia, respiración acelerada y una subida del nivel de alerta. Si se desata puede que el alumno opte por evitar aquella situación que produce un miedo excesivo y no presentarse al examen. “Puede producirse una fobia a los exámenes y generar conductas de evitación”, constata Gey.
El estrés aparece asociado también a los exámenes, especialmente en períodos con varias pruebas en pocos días. “La reacción dependerá de la magnitud del elemento estresante y de las capacidades de adaptación de las personas ante la situación. Sí, podemos hablar de
La URV ayuda a los alumnos que lo pasan mal con las pruebas a través de su Unidad de Apoyo Psicológico
estrés cuando una situación nos supera. El estrés es una reacción fisiológica, como la ansiedad, el estrés nos permite adaptarnos e ir incorporando aprendizaje, es un motor de adaptación. Estar siempre cómodos en el área de confort no nos permitiría aprender”, añade el psicólogo clínico.
Muchos de los usuarios llegan a la Unidad de Asesoramiento y Apoyo Psicológico al Estudiante de la URV sobrecargados porque no se han organizado bien o también en ocasiones porque sus circunstancias vitales han dificultado el hacer frente a los exámenes. Según Gey, “sin el compromiso que supone el examen seguramente no aprenderíamos como lo hacemos”.
Aunque la personalidad del individuo y sus capacidades para afrontar situaciones de tensión hacen que sea una realidad distinta para cada persona, una cosa está clara, puede aprenderse también a hacer frente al examen.