UN ROSARIO DE INCUMPLIMIENTOS
2004. Un estudio del CSIC, adelantado por La Vanguardia, pone al descubierto que bajo las aguas del embalse de Flix (Ribera d’Ebre), en medio del río Ebro, se han vertido durante un siglo más de 800.000 metros cúbicos de lodos tóxicos, contaminantes y radioactivos.
2007. El Gobierno español licita las obras de descontaminación del pantano, con un presupuesto de 138 millones de euros (más IVA). Medio Ambiente asegura que el proyecto se pondrá en marcha en el 2008.
2010. El Ministerio de Medio Ambiente, a través de la empresa adjudicataria (Fomento de Construcciones y Contratas), inicia en fase de pruebas la extracción de los lodos contaminantes. Se arrastran de entrada
dos años de demora.
2013. Finalmente se pone en marcha de forma efectiva la extracción de los residuos tóxicos y radioactivos. La empresa estatal Acuamed se compromete a finalizar la limpieza en 32 meses, con lo que el pantano de Flix deberá quedar descontaminado a finales del 2015.
2015. Cumpliendo a priori con la fecha anunciada, a finales de aquel año Acuamed anuncia que el embalse de Flix y las aguas del río Ebro están limpios y garantiza que la extracción de los residuos tóxicos se ha completado
con éxito.
2016. La Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Flix denuncian que la empresa Acuamed ha escondido cerca de 100.000 metros cúbicos de lodos aún contaminados en el fondo del
embalse.
2017. El Gobierno español admite oficialmente que quedan aún 80.000 metros cúbicos de
lodos tóxicos en Flix y se compromete a adjudicar las obras de limpieza de nuevo, a otra empresa, para finalizar la limpieza del embalse. El Ministerio rompe el contrato con la empresa FCC.
2019. Fecha prevista para la finalización de la limpieza, que costará 44,6 millones de euros más. Los trabajos de extracción tienen un nuevo plazo de ejecución de 19 meses. Si se acaba cumpliendo el nuevo calendario, la limpieza habrá finalizado 15 años después de ponerse al descubierto uno de los episodios de contaminación hídrica más importantes y complejos de Europa. El coste de la limpieza de los lodos, vertidos por la industria química, se habrá elevado hasta los 182,6 millones
(más IVA).