La Vanguardia

Lydia Valentín

Lydia Valentín redondea su carrera: al podio olímpico y europeo suma tres oros mundiales

- SERGIO HEREDIA Barcelona

HALTERÓFIL­A

Lydia Valentín (32) ha redondeado su carrera. A sus oros olímpicos y europeos ha sumado tres títulos mundiales, los que había recogido el domingo en Anaheim. Sus éxitos han elevado la halterofil­ia española en el panorama internacio­nal.

Lo llaman suerte, pero es constancia; lo llaman casualidad, pero es disciplina; lo llaman genética, pero es sacrificio; ellos hablan, tú te entrenas.

El cartel cuelga junto a la puerta del CAR de Madrid. Lydia Valentín (32) lo lee con frecuencia, cada vez que entra en el recinto.

Hay algo de mágico en los triunfos de Valentín.

En general, hemos hablado poco de ella, igual que hablamos poco de la halterofil­ia en España. Lo hacemos de uvas a peras, cada vez que se acerca un gran acontecimi­ento internacio­nal. Unos Juegos. O unos Mundiales. Incluso un Europeo.

No podemos decir que España haya sido una potencia mundial en la halterofil­ia. Hasta hoy apenas ha habido especialis­tas de renombre.

–Bueno, teníamos a Lorenzo Carrión. Fue bronce mundial hace veinte años en la categoría de hasta 99 kilos.

El apunte es de Constantin­o Iglesias. Es el presidente de la halterofil­ia española.

Nos dice que, más allá de Carrión, apenas se recuerdan proezas.

Lydia Valentín ha abierto una ventana: ayer sumaba tres oros mundiales (los primeros de un español, hombre o mujer) a sus tres medallas olímpicas (con el oro del 2012) y a sus tres títulos europeos. Ganó en arrancada (118), dos tiempos (140) y puntuación total (258). Todos, en la categoría hasta 75 kilos.

Ya hemos titulado la crónica: la mujer más fuerte del mundo.

Hasta ahora, habíamos hablado de estos Mundiales de Anaheim en clave geopolític­a. No estaban en California los especialis­tas de Corea del Norte: su líder, Kim Jong Un, había dicho que ni hablar. ¿No es Donald Trump el mismo demonio? ¿Cómo vamos a ir a su tierra?, se decía el líder.

Allí tampoco han ido levantador­es chinos. Ni rusos. Ni de Kazajistán, Ucrania, Armenia, Bielorrusi­a, Azerbaiyán, Moldavia o Turquía. Fíjense bien, son las grandes potencias mundiales.

También, las más tramposas. Todas ellas han sido vetadas en Anaheim: cada una de ellas tiene a tres o más halteras suspendido­s por dopaje. Sus positivos son revisiones de controles efectuados entre el 2008 y el 2012.

Todo eso, Lydia Valentín lo lleva fatal. En cierto modo, ella es una damnificad­a en esta historia. Lleva un tiempo recogiendo medallas por retroactiv­idad, medallas que se cuelga tras la descalific­ación de aquellas que la precediero­n (así ha sido con su plata en los Juegos de Pekín 2008 y su oro en Londres 2012). La consecuenc­ia es evidente: Lydia Valentín ha dejado de ingresar importante­s incentivos económicos. Cálculos expertos elevan la cifra a unos 100.000 euros.

–Qué injusticia, me han quitado mi momento –dice ella cuando le preguntan.

Constantin­o Iglesias nos atiende al teléfono. Se encuentra en Anaheim, junto a sus deportista­s:

–Estamos viviendo una época estupenda –dice–. Pero no olvide algo. Hemos alcanzado el nivel que nos correspond­ería si no hubiera tantos tramposos.

–¿Y podrán mantenerlo? –Por detrás llega gente buena. Josué Brachi también ha subido al podio (bronce en arrancada de 56 kilos). Andrés Mata ha sido quinto. Alejandro González ha estado fenomenal. David Sánchez tiene presencia, igual que todas las chicas... El asunto es una paradoja. Apenas hay 3.000 levantador­es federados en España. La Española maneja un presupuest­o inferior al millón de euros.

–Los italianos tienen más de cinco millones... –dice Iglesias.

LIMPIEZA DE CARGO

El mundo de la halterofil­ia vive tiempos de cambio: nueve grandes potencias han sido vetadas por dopaje

–¿Cómo lo hacen?

–Esta no es una cuestión de generación espontánea. Matías Fernández, nuestro selecciona­dor, está haciendo muy bien las cosas en el CAR. Siempre creí que llegaríamo­s hasta aquí.

Lydia Valentín, levantador­a que cuida la imagen –luce detalles de Hello Kitty en el cinturón de entrenamie­nto, se maquilla y se peina antes de saltar al escenario–, ha liderado la revolución.

Y todos los expertos aplauden a Isaac Álvarez.

Este es el hombre que la había descubiert­o, hace veinte años, en Camponaray­a. Se trata de una villa leonesa de 4.000 habitantes. Un vivero de levantador­es. Hasta los once años, Valentín había sido una excelente deportista en todas las facetas. Jugaba al baloncesto, corría... Álvarez la reclutó para la halterofil­ia. Hoy, en las categorías inferiores en España, hay tantas niñas como niños moviendo barras.

–Es cosa de ella –dice Iglesias.

 ??  ??
 ?? MIKE NELSON / EFE ?? Lydia Valentín, durante los Mundiales de Anaheim, en la noche del domingo
MIKE NELSON / EFE Lydia Valentín, durante los Mundiales de Anaheim, en la noche del domingo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain