El conflicto del taxi
Los taxistas aplauden la medida y descartan un paro indefinido
El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), que agrupa a 36 ayuntamientos de la conurbación de la capital catalana, acotará la actividad de los vehículos de alquiler con conductor (VTC) con una nueva autorización que será necesaria para operar en este territorio y cuya entrada en vigor está prevista para febrero del 2018.
El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado una iniciativa similar que ha trasladado a la Comunidad
Iniciativa municipal en el conflicto que enfrenta al taxi con los VTC (vehículos de alquiler con conductor). El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), que agrupa a 36 ayuntamientos de la conurbación de la capital catalana, acotará la actividad de este último servicio con una nueva autorización que será necesaria para operar en este territorio. La alcaldesa y presidenta de la citada entidad, Ada Colau, presentó ayer la medida, que se prevé tramitar lo más rápido posible para, según explicó, dar una “respuesta urgente” a una “situación anómala” que amenaza con “romper el equilibrio” con el taxi. La previsión de la AMB es que la nueva normativa entre en vigor en febrero o marzo.
De entrada, Colau dejó claro que el Àrea Metropolitana no va a conceder o denegar licencias, puesto que esta es una competencia que tienen las comunidades autónomas por delegación del Gobierno central, que es el encargado de legislar en este ámbito y hasta el momento no ha logrado apaciguar por esta vía a los taxistas, que están en pie de guerra contra los VTC. La entidad supramunicipal, explicó, “aprovechará al máximo” sus posibilidades legales de intervenir en materias como “el transporte público urbano, la ordenación del tráfico o el combate contra la contaminación”. La alcaldesa rechaza que “se acabe produciendo una intromisión en el sector del taxi que tiene unas normativas, que cumple unos requisitos y que, como servicio público, debe garantizarse”.
La concejal de Movilidad y presidenta del Institut Metropolità del Taxi, Mercedes Vidal, precisó que se trata de “determinar en qué condiciones los vehículos con licencia de VTC pueden prestar servicio de acuerdo con las competencias locales”. La edil destacó que se podrán denegar estas autorizaciones “si considera que el contingente de servicio que dan estos vehículos esta cubierto”. La nueva regulación metropolitana podrá fijar límites. No obstante, ya hay una ratio legal de un coche de alquiler con conductor por cada 30 taxis, que se ha superado con creces. En la capital catalana y su entorno hay unos 800 VTC por cerca de 10.500 taxis.
La respuesta de Barcelona va en la misma dirección que una proposición aprobada la semana pasada por el pleno del Ayuntamiento de Madrid para que los VTC tengan un permiso específico aparte de la licencia. Esta propuesta se trasladó a la Comunidad de Madrid para que la incluya en una nueva ley reguladora del sector. Los taxistas aplauden esta medida pero consideran que la iniciada en Barcelona es más directa y esperan que sea adoptada por otros municipios. Con todo, prevén que sea rechazada e impugnada por la patronal Unauto VTC y por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Tras conocer la iniciativa de la AMB los taxistas de Barcelona descartaron en asamblea una huelga indefinida. El próximo lunes decidirán si concentran sus protestas ante infraestructuras dependientes de Fomento, como el puerto, el aeropuerto o estaciones de tren. Los de Madrid tampoco avalaron, al menos por ahora, un paro de estas características ya que, según explicaron, no quieren perjudicar a los usuarios con una protesta que, además, carece de consenso interno.