El Montseny aplaude la prueba piloto de un autobús lanzadera
La próxima primavera, el Montseny estará un poco más cerca. La Diputación de Barcelona trabaja para implantar un servicio regular de autobuses los fines de semana y en fechas de máxima afluencia para acceder al parque natural con transporte público y que los usuarios aparquen el vehículo privado. Las salidas serán desde Sant Celoni y desde Campins. Pero en ningún caso se prohibirá la circulación de los coches hasta el valle de Santa Fe ni en otras carreteras del parque.
Así lo anunciaron ayer el diputado Jesús Calderer y la directora de esta reserva de la biosfera, Joana Barber. Ambos hicieron un balance de la prueba piloto realizada tres fines de semana de octubre y noviembre, así como el festivo de Todos los Santos. Según Calderer, una de las aspiraciones de los responsables del parque natural es “facilitar vías más sostenibles de acceso” a diferentes lugares y reducir el uso del vehículo privado en este espacio natural. Para la prueba piloto, se habilitó una zona de aparcamiento en Campins, al inicio del parque, con capacidad para 500 vehículos. Desde este punto, se estableció un servicio regular de autobuses gratuitos hasta Santa Fe cada 30 minutos, entre las 11.30 y las 16 horas y en sentido contrario, con la última salida a las 17.10 horas. El trayecto, de 16 kilómetros, dura unos 40 minutos. Además, se puso en servicio una segunda línea entre la estación de Renfe de Sant Celoni y Campins, desde donde se enlazaba con el primer autobús.
En total, 1.186 personas han utilizado este servicio, una cifra “muy satisfactoria”, según sus impulsores. Barber destacó que “un 35% de los usuarios han hecho todo el recorrido en transporte público. Han llegado hasta Sant Celoni en tren y desde allí han proseguido hasta Santa Fe. Muchos venían de Barcelona y de municipios cercanos, pero nos ha sorprendido positivamente que muchos procedieran de Girona”.
Hasta hace poco, una vez se ocupaban las 200 plazas del parking de Santa Fe, los conductores dejaban los vehículos aparcados como podían, en los arcenes, con las consiguientes dificultades de movilidad y el peligro constante para la fauna del parque. Barber asegura que con el uso de los autobuses,
Los buses evitan que los automovilistas dejen los coches en las cunetas cuando se llena el aparcamiento
“las multas por mal aparcamiento cayeron un 95%”.
Calderer señaló que el futuro servicio de transporte público que se implante “no debería limitarse al valle de Santa Fe, sino que se podría establecer por otros puntos del parque con una afluencia importante de visitantes”. Barber reconoce que “ahora ya sabemos qué y cómo se puede mejorar. Podemos corregir los horarios, por ejemplo, para quienes quieran iniciar más temprano la excursión o prolongar luego la sobremesa”.