Evasión de impuestos
Más de 40 países se comprometen a cooperar y pasan por ahora a una ‘lista gris’
Tras largas negociaciones internas y conversaciones con territorios no cooperantes en materia fiscal, la Unión Europea da un nuevo paso en su ofensiva contra el fraude con la creación de su primera lista negra de paraísos fiscales.
La Unión Europea dio ayer un nuevo paso en su ofensiva contra el fraude con la creación de su primera lista negra de paraísos fiscales.
Después de tres años de negociaciones internas y un año de conversaciones con territorios no cooperantes en materia fiscal, los ministros de Finanzas europeos publicaron ayer los nombres de los 17 países que, finalmente, han incluido en este poco recomendable repertorio. Europa señala así con el dedo a islas del Pacífico como Samoa, Samoa Americana, Guam, las islas Marshall y Palau, a territorios caribeños como Barbados, Granada, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, además de a Panamá, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Macao, Túnez, Corea del Sur, Mongolia y Namibia. Las promesas de cambio de Marruecos y Cabo Verde permitieron que, a última hora, se cayeran de la lista. “Va a haber un control especialmente intenso y próximo de aquellos contribuyentes que actúen en dichas jurisdicciones”, advirtió el ministro de Economía, Luis de Guindos.
A juicio de numerosas oenegés y organismos internacionales especializados en justicia fiscal, son todos los que están pero no están todos los que son. En total, 47 países y jurisdicciones se han quedado, de momento, en una lista gris, intermedia, por haber demostrado su voluntad de cooperar, pero la Unión va a someterlos a vigilancia y podrá pasarlos a la lista negra si no cumplen sus promesas. Andorra, Marruecos, Perú, Suiza y Turquía son algunos de los países que se han quedado en esta categoría intermedia.
“La adopción de la primera lista europea de paraísos fiscales es una victoria clave por la transparencia y la justicia, pero el proceso no acaba aquí”, aseguró el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, que abogó por que los países incluidos en la lista negra “afronten las consecuencias, mediante sanciones disuasivas”, como la prohibición de que se beneficien del Fondo Europeo de Desarrollo sostenible o medidas a escala nacional. Las jurisdicciones incluidas en la lista gris “deben convertir sus palabras en hechos rápidamente”, reclamó. La Comisión Europea defendió que se impusieran sanciones más duras para dar credibilidad a la lista, pero los gobiernos prefirieron limitarse a aplicar las ya previstas y centrarse en el daño que aparecer en la lista puede suponer para su reputación.
Europa “ha dejado escapar a paraísos fiscales reconocidos bajo el amparo de la lista gris”, lamenta Oxfam Internacional, que reconoció no obstante que la amenaza de ser incluidos en la lista negra ha servido para que Suiza o Bermudas “se comprometan a poner en marcha reformas cruciales”. De aplicarse a sí misma los criterios con que ha evaluado a los países terceros, la Unión Europea debería haber incluido en la lista a cuatro de sus estados miembros, sostiene Oxfam: Irlanda, Luxemburgo, Malta y Países Bajos. Por su parte, Transparencia Internacional (TI) lamentó que el proceso hacia la creación de la lista negra haya sido “tan opaco y politizado” y pidió que la UE haga públicos los compromisos asumidos por los países de la lista gris.
Bahamas, las islas Vírgenes británicas, Dominica, Antigua y Barbuda, entre otros territorios del Caribe, se han quedado de momento en el limbo: el proceso de revisión de su estructura fiscal se ha puesto en suspenso en señal de solidaridad por los efectos del huracán que golpeó a la región el pasado mes de septiembre.
“Habrá un control muy intenso” de quienes operan en países de estas jurisdicciones, advierte Guindos