Leer para entender
Decía Jorge Luis Borges que “el verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo”. No se puede forzar a nadie a leer y, por añadidura, obligarle a disfrutar de esta actividad, pero quien entiende lo que lee es un serio candidato a deleitarse con la lectura. Ayer se publicó la última edición del informe Pirls, un exhaustivo trabajo internacional sobre la comprensión lectora de los alumnos de primaria de entre 9 y 10 años de los países de la OCDE. Las conclusiones tienen una de cal y otra de arena. Por una parte, España es el segundo país en el que más crece la comprensión lectora de los alumnos, por detrás de Australia. La vertiente negativa es que el grado de comprensión de los niños españoles –con la excepción de los de alguna comunidad, como Madrid– está por debajo de la media de los países estudiados. Fijarse en los primeros del ranking e intentar aplicar sus políticas a nuestros alumnos sería una buena inversión de futuro.