El amigo belga
Valverde redescubre a Vermaelen, que aguanta sin lesión su cuarto partido consecutivo de blaugrana
Samuel Umtiti no estaba en el campo, ni en el banquillo ni en casa. El central francés fue al Camp Nou para apoyar a sus compañeros. Y el defensa se sentó en la grada a lado de Ousmane Dembélé y Rafinha. Los tres iban bien equipados. Umtiti se protegía del frío con gorra, su compatriota se puso la capucha y el brasileño llevaba calado un gorro. El gran problema del Barcelona no es que uno de sus titulares se siente con los lesionados de larga duración. El auténtico drama para Ernesto Valverde es que Umtiti seguramente sea el último en volver a jugar de los tres.
Los futbolistas en la enfermería blaugrana fueron tres de los 48.336 espectadores que se acercaron al Estadi. Más de un aficionado se quedaría en casa temiendo que Thomas Vermaelen se sumase a la plaga de lesiones que afecta al eje de la zaga. O peor, Piqué. Pero al catalán le ahorraron la última media hora por si acaso y el belga aguantó su cuarto partido consecutivo (Valencia, Murcia, Celta y Sporting), tres de ellos completos.
Vermaelen, de 32 años, está viendo la luz al final del túnel y el Barcelona está encontrando en el defensa belga a un amigo inesperado. La afición está redescubriendo a un futbolista que quiere ir al Mundial y nunca dio el rendimiento inmediato con el que se le presentó.
Quién le ha visto y quién le ve. Y es que no jugaba en la Liga de Campeones con el Barcelona desde el 9 de diciembre de 2015. Es un futbolista
que ha estado en los cuartos de final del torneo pero que en el Barça estaba pasando inadvertido. De hecho, los 32 partidos que tiene en la máxima competición sólo cuatro son de blaugrana. Pero casi dos años después, Vermaelen estuvo impecable. “Está en la dinámica en la que le vemos en los entrenamientos. Es verdad que ha jugado poco pero cuando ha entrado lo ha hecho bien. Estamos contento con él”, le premió Ernesto Valverde.
En la primera parte al belga el Sporting se lo puso fácil ya que el jugador
más adelantado fue Alan Ruiz, el cuarto delantero del equipo. En la segunda Jorge Jesus sacó al tanque Dost y al potente Martins y el central también salió airoso.
Con botas naranjas, las más fluorescentes, Vermaelen ya no quiere pasar inadvertido. Ayer formó con Semedo, Piqué y Digne. Era una defensa poco habitual pero no inédita porque los cuatro ya se alinearon la semana pasada contra el Murcia en la Copa del Rey. Y contra el Sporting volvieron a dejar la portería a cero. Eso sí, Semedo vio una amarilla
que le impedirá estar en la ida de los octavos de final. Mientras Sergi Palencia, el lateral del filial, que sí está inscrito en la Champions ni siquiera estaba convocado.
El que ayer congeló la respiración del Camp Nou fue Gerard Piqué, que recibió dos golpes casi seguidos en los que recordó a Puyol. Primero Alan Ruiz vio la amarilla por cazarle el tobillo derecho cuando ya había soltado el balón. Renqueante se levantó. Para posteriormente, en un córner del Sporting, ser embestido por Coates, que buscaba cabecear. Para evitar nuevos sustos, Valverde lo sustituyó a la hora por Busquets, que experimentó como pareja de Vermaelen por lo que pueda pasar en diciembre y enero. En el 2011 Busi fue la primera opción de reciclaje, antes que Mascherano, como central. Pero un golazo de Pato con el Milan en el Camp Nou hizo que Guardiola se lo replantease. “Es una solución posible por si hay un problema en defensa aunque sabemos que es mediocentro”, razonó después Valverde. Ya se sabe que ser central en el Barcelona es una profesión de riesgo, quizás la posición más autodestructiva de todas. Lo comprobó Jérémy Mathieu en su vuelta al Camp Nou. El ex del Valencia, que en las dos temporadas que coincidió en el equipo con Vermaelen jugó mucho más que el belga, se marcó en su propia portería el 2-0 al querer evitar que Alcácer rematase un centro de Denis Suárez, por lo que acabó siendo coreado a modo de chanza. Vermaelen va a por el repóquer.
BAJA PARA EL PRÓXIMO DUELO Semedo se alineó pese a estar apercibido y vio una amarilla que le impedirá jugar en la ida de los octavos
EXPERIMENTO Busquets sustituyó a Piqué para ejercer de central al lado de Vermaelen la última media hora