Puigdemont seguirá en Bélgica hasta que “haya garantías” en España
Ponsatí reclama el cierre de la causa judicial y la libertad de los presos del proceso
Carles Puigdemont y los cuatro exconsellers que desde hace un mes le acompañan en Bélgica comparecieron ayer exultantes en Bruselas para valorar la decisión del juez Pablo Llarena de retirar la orden europea de detención y entrega que pesaba contra ellos. “Al Estado español le ha entrado miedo. Miedo a perder y a hacer el ridículo”, sentenció el expresident, que calificó la euroorden de “chapuza judicial”.
Puigdemont fue mucho más ambiguo, sin embargo, a la hora de explicar si piensa seguir en Bélgica ahora que no tiene ninguna causa pendiente en este país o si piensa volver a Catalunya a hacer campaña, pese al riesgo de acabar en la cárcel como Oriol Junqueras. “Tenemos intención y ganas de volver. Otra cosa es que sea posible”.
“Si los catalanes nos eligen diputados y miembros del Govern, tenemos el deber de prever el retorno, pero ¿será posible? ¿Se respetará el resultado electoral?”, planteó. “Hay que conocer la respuesta antes de decidir si volvemos o no”, admitió Puigdemont, que se mostró convencido de que el 21 de diciembre las urnas alumbrarán un gobierno catalán similar al cesado por el 155 y que ese resultado haría ilegítimos los procedimientos judiciales en curso contra el proceso independentista. Mientras “no haya garantías”, zanjó, “nos quedamos aquí”.
Su cálculo es que el Gobierno español acabará por dar marcha atrás en la causa judicial contra el proceso independentista. “Tienen miedo de la mirada del mundo. Empiezan retirando la euroorden y luego retirarán el artículo 155 y la represión”, aseguró Puigdemont. La exconsellera d’Ensenyament y candidata de Junts per Catalunya Clara Ponsatí, fue más explícita que Puigdemont a al detallar sus condiciones para volver a Catalunya: “Si la justicia española cierra las causas judiciales contra nosotros y libera a los presos, estaríamos encantados de volver para hacer campaña”, afirmó.
Puigdemont insistió en su teoría de la contradicción que supone que “las mismas ideas” que pueden hacerle ser elegido “diputado y president” sean las que pueden llevarle a la cárcel. “Algo chirría aquí”, afirmó. “Qué paradoja sería que después del debate de investidura tuviera que salir esposado del Parlament. Sería una paradoja que el Estado español, una democracia madura, no se puede permitir”, aventuró el cabeza de lista de JxCat, que no quiso hacer “hacer especulaciones electorales” sobre si tomará posesión de su acta.
Miles de catalanes se manifiestan hoy en la capital europea en apoyo al Govern destituido
El exconseller Antoni Comín (ERC) acusó al Gobierno español de confundir “la justicia constitucional y la penal”. En un Estado de derecho “las ilegalidades no son delito de manera necesaria”, defendió el extitular de Salut, que aseguró que el hecho de que “un millón de personas” salga a la calle para pedir la excarcelación de los Jordis y los miembros del Govern “demuestra que los encarcelados son presos políticos”. Independientemente de la posible evolución de la situación política en España, tras leer los argumentos del auto de Llarena, los abogados de Puigdemont y los exconsellers en Bélgica se mostraron convencidos de que el Supremo no emitirá otra euroorden contra ellos.
En apoyo del Govern destituido, al menos 20.000 catalanes, llegados a Bruselas en 250 autocares, aviones y coches particulares, recorrerán hoy el barrio europeo en una manifestación para pedir a la UE que defienda “la democracia” en Catalunya. Los convocantes, ANC y Òmnium, anunciaron que al final de la marcha, que transcurrirá bajo el lema “Despierta Europa”, hablarán Puigdemont y Marta Rovira.