Domènech acusa a la derecha “salvapatrias”
Xavier Domènech aprovechó ayer el “triste” cumpleaños de la Constitución para atacar a los que se proclaman sus defensores pero que en realidad “son los que han hecho más por romper los pactos constitucionales, los que más la han arrugado y utilizado”. “Lo peor para una patria son los salvapatrias”, remachó sobre el llamado bloque constitucionalista.
El candidato de Catalunya en Comú-Podem se refirió sobre todo a PP y Ciudadanos, pero no ahorró críticas a los socialistas, por haber apoyado la aplicación del artículo 155 a cambio de debatir una reforma constitucional de la que el PP se desentiende ahora. “El PSOE se está convirtiendo en el partido al cual el PP siempre le roba la cartera”, lanzó.
Domènech, que es historiador, repasó los años de la transición y reivindicó el “pacto bilateral” entre Suárez y Tarradellas como espejo del que quiere él para resolver el encaje de Catalunya en una España plurinacional y fraterna. “Con personajes como Rajoy y Rivera esta Constitución no hubiese sido posible”, reflexionó.
El líder de CatComú llamó a recuperar la vieja vocación del catalanismo de ser “motor de cambio” en España y abogó por un nuevo marco constituyente, aunque advirtió que sólo puede hacerse desde amplias mayorías y que es un proceso largo. Por eso, insistió en que hay otras vías que pueden aportar soluciones, como cambiar la ley de referéndums o corregir la politización del poder judicial.
Para escenificar la España fraterna, los comunes contaron con Teresa Rodríguez, la líder de Podemos en Andalucía. Fue muy aplaudida en la Universitat Pompeu Fabra cuando envió un mensaje de reconciliación a los catalanes: “Todo lo que os han hecho estos días no lo han hecho en mi nombre”, dijo tras condenar la violencia policial del 1-O, los encarcelamientos y el 155. “La voz mayoritaria en Andalucía no es el A por ellos”, aseguró.
El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, consideró que los llamamientos a reformar la Constitución son una “trampa” del PP y Cs, que sólo pretenden cambiarla para “retroceder, con propuestas centralizadoras y antisociales”.