Crisis en la ópera valenciana al dimitir su intendente
Críticas a la gestión de la izquierda en el Palau de les Arts
El Palau de les Arts de València, la ópera valenciana, vuelve a sumirse en una grave crisis. Cuando aún está caliente la polémica gestión de Helga Schmidt, destituida y procesada por los presuntos delitos de prevaricación, malversación y falsedad durante su etapa en el Palau, la dimisión del nuevo intendente Davide Limermore, oficializada el martes, vuelve a cuestionar el futuro del coliseo valenciano.
Suficiente para que arrecien las críticas, especialmente desde la oposición, contra el ejecutivo valenciano, del PSPV y Compromís, que a juicio de Limermore “quieren acabar cerrando el Palau de les Arts”. El exintendente anunció que se marchaba por la duras trabas administrativas que impone la Generalitat Valenciana para gestionar la ópera. Entre estas, la normativa de contratación del sector público, porque todos los trabajadores de la ópera –incluidos músicos, cantantes y actores– deben pasar un concurso público.
Davide Limermore afirmó el martes que esa no puede ser la manera de gestionar la ópera valenciana, obra de Santiago Calatrava y que costó casi 500 millones de euros. “La ópera es una cosa no ordinaria que, por tanto, necesita unas normas extraordinarias”, señaló el dimitido, quien añadió que esa exigencia confirma una “falta de conocimiento” de las autoridades valencianas. “Después de tres años descubro que ni yo ni mi personal tenemos criterio artístico. No estamos capacitados para elegir a Plácido Domingo o Gregory Kunde como estrellas de sus espectáculos”.
Existe un segundo problema que ha agravado la relación del artista italiano con la institución; la incompatibilidad de ser director artístico de la ópera y desarrollar una carrera profesional artística. Recordó que cuando se entrevistó con la exconsellera de Cultura, María José Catalá (PP), ya le prometieron que ese punto sería resuelto; lo mismo le aseguraron desde el departamento ya dirigido por Vicent Marzà (Compromís), sin que a fecha de hoy nada hubiera cambiado. “La conselleria ha sido incapaz de encontrar una solución a pesar de su interés por mantenerme en el cargo”, afirmó.
El secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, defiende que el Palau no puede estar fuera de la legalidad, y que Limermore debe entender que la normativa de contratación afecta a todo el sector público e instrumental. Pero la marcha de Limermore alimentó ayer todo tipo de críticas, entre estas las de Plácido Domingo, que abre este fin de semana la temporada en València con Don Carlo, de Verdi. Las más duras llegaron de los partidos de la oposición. El portavoz de Cultura del PP en las Cortes Valencianas, Miguel Ángel Mulet, afirmó que el president Ximo Puig y la vicepresidenta Mónica Oltra quieren “una cultura de tercera” y “acabar” con el Palau de Les Arts.
Davide Limermore abandona por las “trabas” que impone la administración en el coliseo valenciano