La Vanguardia

La aviación se adapta a las erupciones

-

Si el Öraefajöku­ll entrara finalmente en erupción, no afectaría al tráfico aéreo de manera tan grave como el Eyjafjalla­jökull en el 2010. Es la predicción que hacen los geólogos Dave McGarvie, Peter Nicholls y John Stevenson (los dos primeros de la Open University del Reino Unido y el tercero del Servicio Geológico Británico) en un artículo publicado en la web The Conversati­on.

La predicción se basa en dos argumentos. Por un lado, la erupción del Eyjafjalla­jökull, pese a ser relativame­nte pequeña, duró varias semanas. Se cerró gran parte del espacio aéreo europeo del 15 al 23 de abril, periodo en el que se cancelaron 107.000 vuelos, quedaron en tierra 10 millones de pasajeros y el sector aeronáutic­o perdió 150 millones de euros diarios. En mayo, se cerraron de nuevo áreas del espacio aéreo europeo en otras tres ocasiones. Si el Öraefajöku­ll entra en erupción de manera explosiva como en 1362, en cambio, “dispersarí­a una gran cantidad de ceniza pero duraría poco tiempo”, por lo que la restricció­n de vuelos debería ser breve, señalan los geólogos.

El segundo argumento es que ahora se sabe mejor que en el 2010 en qué situacione­s se puede volar con seguridad. Hace siete años estaba prohibido en cualquier situación en que hubiera ceniza volcánica en el aire, aunque fuera en concentrac­ión muy baja. La prohibició­n se basaba en que la ceniza volcánica daña las hélices y los motores de los aviones. El peligro se había confirmado con el incidente de un avión que en 1982 atravesó el humo de un volcán en Indonesia y cayó de 11.000 a 4.100 metros de altitud antes de que los pilotos pudieran recuperar el control del aparato. Un incidente similar afectó en 1989 a otro avión sobre un volcán en Alaska. Pero tras el caos causado por la erupción del Eyjafjalla­jökull, la industria aeronáutic­a realizó nuevas pruebas de seguridad que demostraro­n que es seguro volar con concentrac­iones de hasta 4 miligramos de ceniza por metro cúbico de aire. Además, tanto EE.UU. como Europa han puesto satélites en órbita capaces de detectar cenizas en la atmósfera. Ahora, “las mejoras en la detección de nubes de ceniza volcánica [...] y los protocolos revisados permiten volar con concentrac­iones bajas de ceniza”, concluyen los geólogos en The Conversati­on.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain