La Vanguardia

Asensio sigue sin derribar la puerta

El centrocamp­ista balear ha frenado su progresión y no consigue hacerse con un puesto de titular

- CARLOS NOVO Madrid

La temporada está siendo agridulce para Marco Asensio, que no termina de hacerse con un hueco en el once de Zinédine Zidane y es proclive a verse envuelto en polémicas que dañan su imagen y su prometedor futuro. El último de los líos llegó en el partido del miércoles ante el Dortmund, cuando el primer gol del cuadro alemán llegó tras un robo de balón de Schmelzer al balear que terminó en un centro al área y un cabezazo en plancha de Aubameyang. Asensio reaccionó con pasividad cuando le quitaron la pelota y siguió la jugada con la vista. Las redes sociales madridista­s le machacaron ayer porque si hay un pecado que no perdona el hincha blanco es que sus jugadores no suden la camiseta.

El problema que tiene Asensio es el mismo de la segunda unidad del equipo este año. Zidane no confía en ellos y juegan con cuentagota­s, casi cuando no queda más remedio. Pasa con todos los fichajes de este verano, los Ceballos, Theo Hernández, Vallejo, Marcos Llorente o Mayoral.

En el caso de Asensio el problema es más grave porque su arranque de temporada y en particular sus dos exhibicion­es en la Supercopa ante el Barcelona le auguraban un futuro de superestre­lla. De hecho, una de las preguntas que se le hicieron a Zidane por entonces es cuándo ganaría el balear el Balón de Oro. Lo mismo se le preguntó a él personalme­nte en el acto de su renovación, el 29 de septiembre, cuando se le amplió la cláusula de rescisión a 700 millones. Su respuesta fue modesta, pero no ocultó su ambición: “Ahora no pienso en ganar el Balón de Oro. Todo irá paso a paso”. Eran días felices. Julen Lopetegui lo declaraba fijo en la lista de la absoluta para el Mundial de Rusia y L’Equipe le coronaba “como el mejor sub 21 del mundo”.

Sin embargo, el estado de gracia no duraría mucho. Como ocurriera la temporada pasada, el sistema de Zidane no deja mucho margen a los meritorios. Con Bale lesionado, el Madrid juega un 4-4-2 pero todas las plazas del medio campo hacia delante parecen resueltas por decreto. Benzema y Cristiano son tan fijos arriba como Casemiro, Modric, Kroos e Isco en el centro del campo.

Dio igual que Kroos y Modric dieran muestras de una alarmante baja forma en los meses de octubre y noviembre, Asensio siguió sin entrar en el once. Sus estadístic­as reflejan lo difícil que le resulta jugar. A día de hoy lleva 1.165 minutos entre 21 partidos disputados, pero sólo ocho de titular. Toni Kroos lleva 1.596 minutos; Isco 1.518 y por último Luka Modric, 1.432.

En paralelo a esto fueron apareciend­o los enredos. El jugador se perdió el debut en la Champions ante el Apoel en septiembre por una baja misteriosa. Para unos, fue por la picadura de un insecto; para otros, porque se le infectó un grano tras depilarse.

El 9 de octubre Asensio montó un buen lío en las redes sociales con un tuit desde Jerusalén al colgar una foto del muro de las Lamentacio­nes y la explanada de las Mezquitas con una bandera de Israel. Tuvo más de 12.000 contestaci­ones, casi todas ofensivas.

Ya en noviembre sufrió una lesión muscular que le impidió jugar ante el Málaga en el Bernabeu y desplazars­e con su equipo a San Mamés, dos semanas de baja.Vol- vió ante el Dortmund, pero no fue titular. La lesión de Varane en el minuto 38 le abrió el camino, pero entró con desgana. A dos minutos del descanso se le cayó el mundo encima en el gol alemán. Pero nadie duda de su inmensa calidad.

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RODRIGO JIMÉNEZ / EFE Asensio, suplente el miércoles, fue criticado por su pasividad

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