Cuatro días después, Macron recibe a Netanyahu
Cuatro días después de la bendición de Trump a la capitalidad de Jerusalén, el presidente francés, Emmanuel Macron, recibió en París por segunda vez en su mandato a un Beniamin Netanyahu crecido por el gesto con el que el presidente de EE.UU. se ha alineado con los cristianos sionistas de su país. Macron tuvo la ingenuidad de reclamar al primer ministro israelí, asediado por la corrupción, “gestos valientes hacia los palestinos” y una “congelación de la colonización” con la que Israel continúa pisoteando el derecho internacional. “No estamos de acuerdo en todo”, respondió Netanyahu. “Todavía”, añadió. La genuflexión de Macron, tercero de una serie de presidentes franceses cada vez más proisraelíes, no llegó al nivel del Consejo Representativo de las Instituciones Judías en Francia (CRIF), que le ha pedido que reconozca Jerusalén como capital de Israel. El presidente se ha declarado “sorprendido” por la petición de ese organismo surgido de la resistencia antinazi y que en los noventa se convirtió en algo parecido a la Aipac de Estados Unidos: una correa de transmisión del gobierno y la extrema derecha israelí. Macron considera la decisión de Washington “no acorde con el derecho internacional”, y cuando las fuerzas israelíes han causado cuatro víctimas mortales entre los palestinos desde la declaración de Trump del miércoles, el presidente francés condenó “todas las formas de ataque” contra Israel “de los últimos días”. En un comunicado publicado el viernes, la Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP), otra organización judía de Francia crítica con la política de Israel, ha acusado al CRIF, a cuyas cenas anuales acuden los presidentes franceses, de mantener “una política racista contra los árabes y criminal contra los palestinos”. La organización, partidaria de una “paz justa” con los palestinos, es decir, sin ocupación de territorios ajenos ni políticas racistas, ha recordado el silencio del CRIF cuando Netanyahu hizo su famosa declaración negacionista del 21 de octubre del 2015 en la que dijo que Hitler no quería exterminar a los judíos y que fue el gran muftí palestino quien le sugirió aquel crimen. / Rafael Poch