Albiol pide respeto a Rivera y le recuerda que deberán pactar
Domingo de campaña electoral en el mercadillo de Los Pajaritos, en l’Hospitalet, atiborrado de vecinos que pasean y hacen compras en un tramo del Torrent Gornal en el que hay carpas electorales de casi todos los partidos. No hay un niño sin globo.
Xavier García Albiol busca votos constitucionalistas en la segunda ciudad catalana, gobernada por el PSC. “Si no fuera por vosotros, que representáis la pluralidad, los independentistas lo tendrían más fácil”, dijo ayer a las decenas de vecinos que se acercaron a escucharle. Le acompañaba el vasco Javier Maroto, vicesecretario de Política Social del PP.
Albiol atacó a Carles Puigdemont, “el prófugo de la justicia”, que está “escondido en Bélgica”, pero la principal preocupación del candidato del PP es evitar la fuga de votos hacia Ciutadans. Por eso criticó el llamamiento al voto útil de Albert Rivera. “Le pido que respete a los votantes del PP, que antes de que él se posicionara políticamente ya estaban defendiendo la pluralidad. Que intente convencer a los ciudadanos que se han decantado por la independencia y que no provoque e insulte a los que en un futuro podemos tener que gobernar juntos”, dijo.
Albiol también recordó que Mariano Rajoy es quien está aplicando el artículo 155, que ha supuesto el cese del Govern de la Generalitat, y es quien ha convocado estas elecciones “para que todos podamos votar”. “A la mayoría de los catalanes –subrayó– no nos interesa el proceso, nos interesa que se puedan pagar las pensiones y nuestros hijos tengan trabajo”. Subrayó que el PP es el partido “más coherente” y tiene “experiencia de gobierno”.
En este punto insistió también Maroto, quien destacó que Ciutadans no tiene experiencia de gobierno. “Un partido como Ciudadanos, que no ha gobernado nunca España, ni las grandes o pequeñas ciudades y mucho menos una comunidad, ¿nos dice que puede presidir la comunidad más complicada de todas, en el peor momento de todos, sin tener ninguna experiencia de gobierno?”, se preguntó.
Maroto acompañó a Albiol en un paseo por los puestos del mercadillo, en los que el candidato pidió infatigablemente el voto a los vecinos. Incluso con gestos, a una pareja que le saludó con el lenguaje de signos. Albiol compró churros, dio la mano, se hizo selfies, dio besos a las señoras y repartió sobres con su candidatura. “Mucho gusto, señor; encantado, señora. Hay que votar, ¿tiene las papeletas?, ¿cuántos son en casa? Aquí lo tiene preparado”, decía. “Mira, el de Badalona”, decían algunos vecinos. Nadie se confunde con Albiol. “¡Madre mía, qué alto es!”, dijo una señora mirando hacia arriba.