El 57% confía en que haya negociación tras el 21-D
oeSiete de cada diez catalanes creen que la economía se ha resentido tras la DUI oeCasi la mitad de los encuestados da por hecho que el proceso seguirá
Catalunya no pierde la esperanza. Por encima de la cruda división entre quienes contemplan la independencia como un sueño y quienes la perciben como una pesadilla, casi un 57% de los catalanes consultados por GAD3 para La Vanguardia sigue confiando en la apertura de un proceso de negociación entre la Generalitat y el Gobierno central para resolver el conflicto territorial. Eso sí, algo más de un tercio descarta esa salida, y la cifra más alta de escépticos se sitúa entre los votantes del PP, la CUP y JxCat. Al mismo tiempo, las diversas previsiones de los catalanes sobre lo que puede ocurrir tras el 21-D se mueven alrededor de un contenido pesimismo. Así, por ejemplo, un 46% considera perfectamente posible que el proceso soberanista se reanude tras las elecciones autonómicas (aunque algo más del 44% lo descarta) y sólo un 43% cree que la solución más probable al conflicto catalán sea una reforma de la Constitución (que no prevé casi un 50% de los consultados). De hecho, son más numerosos (un 46% frente al 43%) quienes descartan una renuncia al proceso independentista y el retorno automático a la legalidad. E incluso algo más del 40% augura dentro de lo posible la celebración de unas nuevas elecciones catalanas por la imposibilidad de formar gobierno.
bien, el fatalismo sobre algunos de estos escenarios se diluye cuando se presentan ante los distintos grupos de votantes. Concretamente, un 60% de los electores de Esquerra, un 53% de los de JxCat, Cs o CatComú y casi un 80% de los del PSC confían en la apertura de una negociación bilateral para resolver el conflicto. El escepticismo sólo se impone entre los votantes del PP y la CUP (con más de un 56% de consultados que descartan esa salida) y, en menor medida, de JxCat (con un 44% de escépticos). Y, paralelamente, la posibilidad de una reanudación sin más del proceso independentista tras el 21-D es descartada por uno de cada cuatro votantes soberanistas (y por casi un 40% de la CUP), mientras que la eventualidad contraria –la renuncia al proceso– es admitida por un porcentaje de en torno al 20% de los electores de ERC y JxCat. De hecho, casi el 40% de los votantes de estas formaciones ven la reforma constitucional como una posible respuesta al conflicto.
En cualquier caso, y aunque sólo un 25% admite que la huida de empresas y el deterioro económico condicionarán su voto, las opiniones negativas sobre el balance de cinco años de proceso soberanista han crecido en 8 puntos en sólo un mes. Eso sí, en la influencia de la situación económica sobre el voto, los electores independentistas son los que se muestran más impermeables a esa realidad: sólo un 5% de ellos admite que la fuga de empresas afectará a su decisión, un porcentaje que alcanza al 40% entre los votantes de Cs, PSC y PP.
Por el contrario, en lo que respecta al balance del proceso soberanista y su impacto sobre la situación y la imagen de Catalunya, las conclusiones no pueden ser más claras: más del 66% de los consultados opina que Catalunya ha salido perdiendo tras cinco años de conflicto
(ocho puntos más que en noviembre pasado), y casi un 62% piensa que la imagen del país ha empeorado (siete puntos más en un mes). Y aquí incluso un tercio de los votantes soberanistas admite que Catalunya ha salido perdiendo con el proceso. Sin embargo, hasta un 60% de los electores de JxCat cree que Catalunya ha salido ganando, y ese porcentaje es todavía más alto en lo relativo a la evolución de la imagen del país. En cambio, alrededor del 95% de los electores de Cs, PSC o PP se muestran convencidos de que el proceso ha empeorado la situación y la imagen de Catalunya.
La asimetría es algo menor en lo relativo al impacto del proceso soAhora
Un 43% prevé una reforma de la Carta Magna, pero casi el 50% la descarta
Más del 40% augura nuevas elecciones por la imposibilidad de formar gobierno
bre la convivencia entre los catalanes. De hecho, casi el 70% de los consultados considera que la convivencia en Catalunya se ha resentido a causa del conflicto territorial. Y aquí incluso algo más de la mitad de los votantes de ERC o JxCat admiten ese impacto. Sin embargo, los electores que más angustia reflejan sobre la situación de la convivencia en Catalunya son los de los partidos constitucionalistas: 8 de cada 10 del PSC o del PP y 9 de cada 10 de Cs comparten esa percepción.
Finalmente, las expectativas de una Catalunya independiente se mantienen relativamente altas tras la aplicación del 155. Es cierto que casi un 40% cree que Catalunya no será nunca independiente, pero algo más del 50% cree que sí, aunque sólo un 28% confía en que ese desenlace se produzca antes de 10 años. Lógicamente, las previsiones son muy distintas en función del voto y sólo entre un 4% y un 7% de los votantes de JxCat o ERC piensan que Catalunya jamás será independiente. Pero es significativo que un 12% de los electores del PP, un 18% de los de Cs y un 41% de los del PSC se muestren convencidos de que Catalunya puede ser independiente a medio o largo plazo.
Sólo un 25% admite que la fuga de empresas y el deterioro económico afectarán a su voto
La percepción de que Catalunya ha salido perdiendo con el proceso supera el 66%