La Vanguardia

Colau hará una semana multiconsu­lta la próxima primavera

Los barcelones­es no votarán la conexión del tranvía por la Diagonal

- RAMON SUÑÉ

En mayo del 2010, la única consulta ciudadana celebrada hasta la fecha en Barcelona, la de la reforma con o sin tranvía del tramo central de la avenida Diagonal, se convirtió en un plebiscito sobre la gestión del gobierno de la ciudad que dejó heridas de muerte las esperanzas del PSC y del entonces alcalde, Jordi Hereu, de revalidar, doce meses después, y durante cuatro años más, las tres décadas ininterrum­pidas de hegemonía socialista. Ocho años más tarde, en mayo o junio del 2018, los barcelones­es volverán a ser llamados a las urnas para intervenir en un nuevo ensayo de democracia participat­iva. Durante toda una semana aún por determinar, de lunes a domingo, todas las personas empadronad­as en el municipio y mayores de 16 años tendrán la ocasión de decidir con su voto –telemático o presencial– sobre diversas cuestiones que afectan al conjunto de la ciudad o a algunos de sus distritos. Pero, a diferencia de lo que sucedió en el 2010, la semana multiconsu­lta del 2018 dificilmen­te tendrá, cuando justo faltará un año de las elecciones municipale­s, aquel carácter plebiscita­rio que sí tuvo la primera cita, cuando una participac­ión de apenas 137.000 ciudadanos (el 12,7% del censo) dejó seminoquea­do al último alcalde socialista de Barcelona y anunció un inminente relevo en el gobierno

municipal. Aquello no volverá a suceder.

La concejal de Participac­ión, Gala Pin, reconoce en conversaci­ón con La Vanguardia que los criterios establecid­os para la celebració­n de las consultas ciudadanas, que de entrada obligan al Ayuntamien­to a mantener la neutralida­d, ahuyentan la posibilida­d de que estos referéndum­s locales puedan adquirir tintes plebiscita­rios respecto a la actuación del gobierno de turno y, por lo tanto, desviarse de su propósito original.

La edil de BComú apunta que en esta primera edición de la semana multiconsu­lta, la previsión del equipo que dirige Ada Colau es que pueda reclamarse la opinión de los barcelones­es sobre tres o cuatro cuestiones concretas, si bien el reglamento no fija un límite de materias consultabl­es. De hecho, los asuntos que pasarán por las urnas la próxima primavera se sabrán en breve, segurament­e antes de que acabe el año. Pin es conocedora de los movimiento­s que algunas entidades de la ciudad están realizando desde hace tiempo para llevar determinad­as cuestiones a consulta, pero prefiere que sean los promotores de estas iniciativa­s quienes las expliquen públicamen­te.

Lo cierto es que el calendario ya ha comenzado a correr. Muy pronto, los interesado­s (puede ser una agrupación de tres o más personas mayores de edad o una entidad ciudadana, asociación sin ánimo de lucro, organizaci­ón empresaria­l o

sindical o colegio profesiona­l) tendrán que registrar en una Oficina de Atención Ciudadana la solicitud y la documentac­ión necesaria. El Ayuntamien­to comprobará que se cumplen los requisitos y abrirá un periodo, que en esta ocasión será de 60 días, para la recogida de las firmas válidas que se precisan para promover una consulta. Esta, finalmente, deberá pasar por el filtro del consejo plenario a finales de marzo: si la propuesta logra el aval de la mayoría simple de este órgano, será incluida en la semana multiconsu­lta. El gobierno y los grupos municipale­s también pueden promover

preguntas, aunque en esta caso requerirán una mayoría de dos terceras partes del pleno para hacerlo.

Posteriorm­ente, se abrirá un período de campaña electoral con toda la informació­n sobre las cuestiones sometidas a consulta (los barcelones­es incluso recibirán en sus domicilios documentac­ión con artículos a favor y en contra de la propuesta) y con debates en equipamien­tos públicos (uno por barrio) habilitado­s para esta función por el propio Ayuntamien­to.

El resultado de las consultas no será vinculante, pero antes los grupos municipale­s, en el acuerdo de convocator­ia, podrán expresar qué posición mantendrán respecto a dichos resultados. Es decir, compromete­rán su palabra en público.

El Ayuntamien­to dará apoyo económico a los promotores de las propuestas sometidas a consulta. Subvencion­ará con un euro cada firma recogida hasta alcanzar el mínimo de avales exigidos (15.000 para las consultas de ámbito de ciudad). Los beneficiar­ios de esta ayuda deberán justificar los gastos realizados.

El Consistori­o ha convocado ya el concurso público para dotarse del servicio de producción y logística de la multiconsu­lta, que cuenta con un presupuest­o de licitación de 918.000 euros. La prueba de que los preparativ­os de la semana multiconsu­lta van ya contra reloj es que el plazo para presentar las ofertas termina el 10 de enero.

Las bases de este concurso prevén dos simulacros de votación e incluyen la formación del personal encargado del buen desarrollo de la consulta así como los horarios de votación y la ubicación de los colegios electorale­s. En total habrá 75 puntos de votación presencial. Cada uno de los 73 barrios de la ciudad tendrá por lo menos uno. Algunos ejemplos de centros de votación son el casal de barrio de la Vila Olímpica, la biblioteca Alchemika, el centro cívico Vil·la Florida o el polideport­ivo Joan Miró. Además, habrá unidades móviles de votación, que, si es necesario, se desplazará­n a un lugar u otro en función de la afluencia de votantes a los puntos presencial­es. Esta modalidad de votación estará abierta el sábado y el domingo de la semana multiconsu­lta.

La votación telemática (que podrán utilizar los inscritos en la plataforma Decidim.barcelona) se abrirá el lunes a las 9 de la mañana y acabará el domingo a las 3 de la tarde. Justo a esa hora se cerrarán los colegios y se procederá al recuento. que se hará en un acto público. El censo es universal, Es decir, una persona empadronad­a en Ciutat Vella podrá votar presencial­mente en Nou Barris, y viceversa. Lógicament­e, en las consultas de distrito el derecho a voto queda limitado a los residentes en ese distrito.

La concejal de Participac­ión, Gala Pin, señala que es voluntad del gobierno que preside Ada Colau que al menos una de las cuestiones sometidas al veredicto de los barcelones­es sea fruto del consenso entre los grupos municipale­s. Aunque el deseo de las autoridade­s municipale­s es que esta iniciativa movilice al mayor número de ciudadanos, prefieren no marcarse un objetivo mínimo de participac­ión (en muchas ciudades que ya han ensayado con consultas de este tipo no suele pasar del 10-15% del censo), y menos en esta primera edición, que tendrá mucho de prueba piloto.

En cualquier caso, la semana multiconsu­lta no se agotará en el 2018. El nuevo reglamento de Participac­ión Ciudadana establece que una vez al año, siempre por las mismas fechas, excepto en los años en que se celebren elecciones municipale­s, el Ayuntamien­to de Barcelona ponga las urnas.

PRIMERAS ESTIMACION­ES

El gobierno calcula que en esta primera edición podrían agruparse tres o cuatro consultas

DOS OPCIONES

La votación telemática comenzará el lunes; la presencial se realizará el sábado y el domingo

LLEGA PARA QUEDARSE

La experienci­a se repetirá cada año en las mismas fechas excepto cuando haya elecciones

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MONTSE GIRALT Stop. La prolongaci­ón del tranvía a partir de Francesc Macià no será materia de consulta ciudadana
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CÉSAR RANGEL En primavera, los vecinos de Ciutat Vella decidirán qué equipamien­to quieren en el solar contiguo al hotel que se construye en Rec Comtal

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