Sijena recibe los bienes a la espera de un proyecto museístico que los organice
La consejera de Cultura asegura que la mayoría de las obras están deterioradas
El camión con 43 de las 44 piezas pendientes de entregar a Aragón tras las sentencias judiciales favorables a esta región llegó poco después de las tres de la tarde de ayer al monasterio de Sijena (Huesca) en medio del alborozo general de unas doscientas personas que desde primera hora de la mañana estaban esperando su llegada, algunos entonando canciones de Labordeta, otros con pancartas reivindicativas. La pieza número 44 parece estar en la sede del obispado de Lleida.
Una vez descargadas las obras, técnicos del Servicio de Conservación de Patrimonio del gobierno aragonés, acompañados en todo momento de la Consejera de Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, procedieron a desembalarlas y trasladarlas a los antiguos dormitorios del convento, donde está previsto que hoy martes puedan exponerse unas horas al público una vez comprobadas las condiciones de seguridad y su buen estado.
La consejera declaró a los medios al pie del monasterio que las piezas no expuestas habitualmente en el Museu Diocesà de Lleida (37 de las 44) “están en su mayoría en situación de suma fragilidad y deterioro, alguna irrecuperable, lo que indica que no todas las obras estaban suficientemente protegidas ni cuidadas”.
Por su parte, otro equipo de técnicos en Arte y de los servicios jurídicos, encabezados por el director general de Cultura aragonés, Ignacio Escuín, participaron desde primeras horas de la mañana de ayer en las tas tareas de embalaje, supervisión y comprobación de identidad de las obras en el interior del Museu Diocesà, junto con el director y los técnicos de esta institución.
A partir de ahora los técnicos del gobierno aragonés deberán analizar las condiciones del recinto monacal en que se alojarán las piezas llegadas de Lleida y adecuar a las necesidades de éstas las condiciones de luz, temperatura y humedad del recinto. Algunas zonas de los antiguos dormitorios de los monjes de Sijena, del siglo XV, reciben luz directa del exterior que deberá ser atemperada por procedimientos que aún han sido decidido por los técnicos. Asimismo, el cenobio está construido sobre el fondo de una laguna salada cuya humedad y salitre podrían dañar las piezas. La consejera Mayte Pérez informó de que su gobierno había encargado a un equipo técnico la confección de un proyecto museístico para instalar definitivamente todas las piezas que albergará Sijena con buenas garantías de conservación y óptimas condiciones de accesibilidad al público, pero no indicó cuándo estará finalizado y aprobado.
En cuanto a las condiciones en que se encuentran las 51 piezas que llegaron de Lleida el verano pasado de las 53 que deberían haber venido en ese primer lote (hay dos en paradero desconocido), la historiadora aragonesa Anabel Lapeña observa que sus condiciones de exhibición, pese a su buen estado, son mejorables, “porque algunas de ellas están en espacios abiertos y demasiado cerca del público, el cual las puede manosear y deteriorar a la larga”.
Lapeña también indicó que algunos de los lienzos procedentes de retablos trasladados ayer de Lleida a Sijena “están pintados para ser contemplados a una altura del suelo considerable y en estos momentos no hay instalados en ninguna de sus salas elementos de sujeción tan altos.
Por su parte, historiadores del Arte y asociaciones de defensa del patrimonio cultural aragonés se congratulan de la llegada de las piezas recuperadas esperando que “un monumento de tanta trascendencia, recobre el esplendor que merece” e instan a que la administración trate de recuperar otras muchas piezas de Sijena “que también fueron objeto de venta fraudulenta y que hoy están en diferentes colecciones privadas de todo el mundo”.
Aragón analizará ahora las condiciones del recinto para adecuarlo como sede expositiva