Sin secretos en el abuso
La comisión investigadora habla de “tragedia nacional”
La comisión australiana encargada de investigar los abusos a menores ha solicitado a la Iglesia católica que renuncie, en asuntos de pederastia, al secreto de confesión de los curas, a la vez que propone el final del celibato obligatorio.
La comisión especial que ha investigado los abusos a menores en Australia durante más de 90 años presentó ayer su informe final tras cinco años de pesquisas. Entre su más de 400 recomendaciones para atajar lo que califica de “tragedia nacional” para el país plantea acabar con el secreto de confesión para los casos de pederastia y pide al Vaticano que el celibato no sea obligatorio.
Estas peticiones a la Iglesia católica, para que adopte medidas contundentes ante los fallos cometidos por sus representantes para proteger a los menores en Australia, forman parte de la mayor investigación realizada sobre abusos sexuales a niños. Un informe de 17 volúmenes que el presidente de esta comisión, Peter McClellan, entregó al gobernador general de Australia, Peter Cosgrove, para que lo haga llegar al Gobierno. El estudio, iniciado en el 2012, abarca desde los años veinte del siglo pasado hasta ahora y ha concluido este año con unas duras y sobrecogedoras conclusiones.
“Decenas de miles de niños sufrieron abusos sexuales en las instituciones australianas. Nunca sabremos la cifra exacta, pero cualquiera que sea, supone una tragedia nacional perpetrada durante generaciones en nuestras más respetadas instituciones”, dice el documento.
Para que esta situación no se repita, la comisión plantea más de 400 recomendaciones, entre las que destacan algunas muy radicales para el Vaticano, en la medida en que el 62% de los abusos fueron cometidos por miembros de la Iglesia católica.
Plantean a la Conferencia Episcopal de Australia que el secreto de confesión no se aplique a los casos de pederastia y que estas informaciones se transmitan a las autoridades para que tomen cartas en el asunto.
Una petición que encontró el rechazó del presidente de la conferencia episcopal, el arzobispo de Melbourne, Dennis Hart, quien subrayó que “el secreto de confesión es inviolable”. en declaraciones a la prensa local. Precisó, no obstante, que en este caso no absolvería al agresor y lo intentaría convencer fuera del confesionario para que se entregara a la policía.
La comisión también sugiere pedir al Vaticano que enmiende la ley canónica para que el celibato no sea obligatorio. Reconoce que no es la causa directa de abusos, pero contribuye a ellos cuando concurren otros factores de riesgo que pueden desencadenar disfunciones mentales y psicosexuales.
Los miembros de esta comisión han puesto sobre la mesa estas conclusiones tras cinco años de trabajo exhaustivo. Durante este tiempo han contactado con más de 15.000 personas, entre ellas más de 8.000 víctimas, cuya edad media en el momento de la agresión era de 11 años, y han investigado la actuación de más de 4.000 entidades, entre organizaciones religiosas, orfanatos, escuelas, clubs deportivos y organizaciones juveniles. Unas pesquisas que han desembocado en más de 2.500 denuncias a la policía y la apertura de más de 230 procesos judiciales.