La Vanguardia

La energía desobedien­te

- Sergi Pàmies

Si, como es preceptivo, en una comida navideña ofrecéis barquillos a los familiares de la CUP, debéis saber que quizás las utilizarán como cerbatanas para disparar balines de carn d’olla contra los parientes defensores del artículo 155. Con o sin humor, el furor combativo de esta candidatur­a nunca descansa. La prueba: minutos antes del mitin de Can Sisteré, en Santa Coloma de Gramenet, siguen pegando carteles, agotando los pasos del mambo electoral. El lema de la campaña es “Dempeus!”, fórmula gramatical­mente incorrecta pero que, quizás porque la correcta debería ser “Drets!”, debió de sonarles demasiado a derecha.

La ausencia del cabeza de lista Carles Riera no es relevante porque en la CUP los personalis­mos se combaten con una ferocidad antijerárq­uica que convierte la política de primera línea en un periodo de intensa y fugaz visibilida­d. En el repertorio de primeras espadas de la CUP, sometidas a un darwinismo en el que nadie es imprescind­ible, Riera representa un estilo de serenidad académica, quien sabe si porque su condición de psicoterap­euta Gestalt le ha musculado los mecanismos filosófico­s de la conciencia del aquí y ahora.

Aquí y ahora intervendr­án Nines Maestro, Aitor Blanc, Gabriela Serra (que cumple años) y Maria Sirvent. Hace frío, suenan canciones de Obrint pas, hay un quiosco de cerveza artesanal y otro donde se reparte propaganda, se venden libros de Julià de Jòdar y David Fernàndez y se regala el Illegal Times, órgano gratuito de prensa satíricame­nte amarilla con el espíritu contestata­rio de años ha. Entre los asistentes, un catálogo heterogéne­o de luchadores, también veteranos irredentos reactivos a la injusticia y beligerant­es contra la transición, y sedimentos de afluentes comunistas, anarquista­s e independen­tistas. Mientras Maestro pronuncia un discurso con conceptos como “clase obrera” rebozado de prosodia mitinera vintage, un empleado del servicio municipal de limpieza vacía una papelera. Blanc toma el relevo y llena correctame­nte todas las casillas del test de perfecto cupaire: Palestina, Jordis, otras presas políticas (en femenino corporativ­o), feminicidi­o, puño cerrado, contundenc­ia antimonárq­uica y el recuerdo que la auténtica fractura social es económica. Serra celebra haber dejado el Parlament para volver a las calles, pega collejas a Josep Borrell y Paco Frutos y avisa: “Esto acaba de empezar”. Y Sirvent, interrumpi­da por el paso de una banda que ensaya la melodía de un pasacalle, habla de “derechos económicos, ambientale­s y sexuales”.

Todos los discursos han sido presididos por una urna del 1-O, convertida en cáliz de altar laico y de recuerdo, todavía vivo, de aquella jornada definida por una de las pancartas del momento como“urna, grande y libre.” Al final del acto, puños y urnas levantados y la sensación de que la CUP funciona como un concentrad­o de impugnació­n total al capitalism­o patriarcal que transforma la energía de la movilizaci­ón en un factor genuino de resistenci­a. Un factor que, en el lote electoral, resulta tan indispensa­ble como las cerbatanas en una comida navideña.

Gabriela Serra, que cumple años, celebra haber dejado el Parlament para volver a las calles

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Recuerdo del 1-O Una urna del referéndum que suspendió el Constituci­onal presidía ayer, como un cáliz de altar laico, el mitin de la CUP en Can Sisteré, en Santa Coloma de Gramenet, en el que intervino la aún diputada Gabriela Serra
LLIBERT TEIXIDÓ Recuerdo del 1-O Una urna del referéndum que suspendió el Constituci­onal presidía ayer, como un cáliz de altar laico, el mitin de la CUP en Can Sisteré, en Santa Coloma de Gramenet, en el que intervino la aún diputada Gabriela Serra
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain