Así podrá usar Apple la ‘magia’ de Shazam
Conocer con antelación los temas que gustan a los usuarios, una ventaja estratégica del reconocimiento de canciones
Algunas tecnologías evolucionan tan rápido y se integran de forma tan natural en nuestra vida cotidiana que hay un momento en que pensamos que siempre estuvieron ahí. Hoy parece difícil imaginarse en el mundo desarrollado que alguien escuche una música grabada y no pueda saber al instante su autoría, reproducirla en el móvil o comprarla. Todo eso nos lo dio Shazam. Esta semana, la aplicación, que acumula más de mil millones de descargas, ha sido comprada por Apple por un precio no revelado (aunque la web TechCrunch asegura que han sido 400 millones de dólares, unos 338 millones de euros. ¿Para qué quiere Apple tener Shazam?
La apuesta de la compañía de la manzana por la aplicación de reconocimiento de música puede convertirse en una pieza estratégica con consecuencias en la evolución del mercado musical mundial. Oficialmente, la información que Apple envió a los medios de comunicación el pasado lunes apuntaba a una conexión directa entre el servicio de música por streaming de la compañía de la manzana y la app: “Tenemos grandes planes en mente, y esperamos combinarlos con Shazam”.
Apple Music, lanzado en el 2015, tiene unos 30 millones de usuarios, lejos de los 60 millones que pagan por Spotify, que además tiene otros 80 millones de abonados a su versión gratuita. Hasta ahora, Shazam proporcionaba a Spotify y otros servicios musicales, como Google Music, un millón de conexiones diarias. ¿Hará Apple que el reconocimiento de canciones sea exclusivo para su plataforma?
No parece nada descabellado, puesto que ahora la aplicación es de su propiedad. Apple podría así conducir a más usuarios a su plataforma, aunque sólo sean aquellos que tienen dispositivos de su ecosistema, y evitar darle ventajas a la competencia.
Pero la compra de Shazam va más allá de su consideración como una herramienta de Apple Music. Sus implicaciones son mucho más extensas. Uno de los más claros ejemplos es Siri.
El asistente virtual de Apple, hoy integrado en el iPhone, el iPad y también en MacOS, el Apple Watch y el Apple TV, llegará en los próximos meses al HomePod, el altavoz inteligente de la compañía. Sería coherente que el dispositivo pudiera responder a la pregunta “¿qué canción es esta?” y que luego pudiera reproducirla íntegramente a petición del usuario al estar integrada en el ecosistema de Apple.
En los objetivos estratégicos de la adquisición puede haber más consideraciones. Tener Shazam implica saber qué interesa y motiva a un usuario de un servicio musical en cada momento. Una de las características más apreciadas de Spotify es su capacidad para descubrir nuevos intérpretes y canciones. Apple puede hacerse con todo ese conocimiento.
Hace tres años, un directivo de Shazam explicaba que la app tiene un centro de control para profesionales de la industria que permite descubrir con antelación las canciones que empiezan a ser populares gracias a una serie de indicadores. De esa forma pueden avanzarse hasta un mes a lo que puede ser un boom musical. Y eso vale mucho dinero.
La batalla por las suscripciones se va a recrudecer. Spotify acaba de aliarse con el gigante chino Tencent, que tiene red social y app de mensajería, para que sus servicios respectivos musicales mantengan una colaboración activa. No todo empieza y acaba en Shazam, que es la primera y más popular aplicación de este tipo, sino que existen otras apps de reconocimiento musical como SoundHound o musiXmatch. La competencia de Apple tendrá que buscar quizás alianzas con aplicaciones alternativas.
La adquisición de Shazam por parte de la compañía de la manzana es un movimiento que tendrá consecuencias de alcance en el mundo de la música digital, pero hay que tener en cuenta que la app ahora también identifica contenido audiovisual y anuncios, lo que hace que el movimiento de Apple se presente, de esa forma, como una maniobra crucial en el mundo digital.
El líder de la música en streaming, Spotify, se alía con Tencent, el gigante chino de internet