“Van a quedar sólo unos pocos bancos físicos”
¿Se sienten amenazados por este mundo de Google? Nos motiva. Es cierto que, si no hubiera tanta regulación, si el mundo financiero fuera como el mundo del e-commerce, por ejemplo, estaríamos en una situación muy distinta. Amazon, Google, Facebook y Apple se mueven en mundos menos regulados. Y se han creado enormes compañías, algunas casi monopolios. Por eso, ahora en el banco estamos trabajando en cómo serán las normas financieras globales con jugadores tan poderosos y distintos. Ahí el regulador tiene un papel fundamental porque, si eso no se hace bien, iremos al mundo del monopolio, de los riesgos sistémicos y de la inestabilidad financiera. Si se ordena correctamente, iremos de forma ordenada a un universo distinto con muchos menos jugadores.
¿Cómo se imagina los bancos en el futuro, sin sucursales…? Es un asunto muy importante imaginarse cómo va a ser un banco en el futuro. Es interesante ver cómo nuevos actores digitales entran en nuestro mundo. AliPay es una compañía que tiene e-commerce, mensajes, chats y productos financieros. ¿Cómo nace Alibaba? Surge con el
e-commerce y a partir de ahí empieza a construir otras capacidades. ¿Y cómo aparece Tencent? Primero, como mensajería instantánea y a partir de ahí hace muchas otras cosas, incluyendo servicios financieros. Nosotros queremos ser el asesor financiero y no financiero de nuestros clientes. Queremos ver dónde están los mejores productos financieros en el mundo, y las mejores aplicaciones, y empaquetarlos de una forma adecuada a la necesidad de nuestros clientes. Y queremos trabajar con extrema transparencia, dar el mejor producto y el mejor precio. ¿Haremos acuerdos con alguno de los nuevos entrantes? Puede ser, lo estamos mirando. Hemos llegado ahora a más de 70 millones de clientes; insuficiente todavía. Tenemos que tener cientos de millones de clientes. Nuestra capacidad de transformación es mucho mayor, engloba todo: los procesos, las plataformas, la cultura corporativa, el marketing, las formas de trabajo, modelos de distribución, el propósito y más elementos. Eso es lo que realmente importa. Por tanto la escala es fundamental.
Siguiendo el tema de la dimensión, ¿cómo piensa usted que BBVA conseguirá esa masa crítica? Ese cambio va a requerir mucho más capital… Nosotros queremos ser mucho más grandes, creemos que el futuro está en la digitalización, no en adquirir bancos físicos, en general. Eso no descarta que mañana vayamos a comprar un activo físico, pero si nos lo quedamos tiene que ser en condiciones de precio y de encaje estratégico muy particulares. El gran crecimiento va a ser digital y el tema es cómo adquirimos clientes en ese mundo. En eso estamos trabajando. En principio, no creemos necesitar capital adicional. El banco es un hervidero en este momento. Nace una start-up cada tres meses.
¿No ve al banco participando en una ola de concentraciones en España? El mercado nacional es un referente, pero para nosotros el mercado es global: EE.UU., Latinoamérica, Asia...
El mundo parece sumido en la incertidumbre. Ante tanta inseguridad, ¿se puede ser optimista? Hay quien sugiere que “en la vida es mejor ser optimista porque la alternativa es peor”. Yo soy muy optimista, soy un tecnooptimista. Ahora hay un cierto debate sobre el impacto de la tecnología en el empleo y eso crea ansiedad. Pero lo que no se dice es que esto es transitorio, que ha pasado siempre en la historia y que, si todo va bien, lo normal es que cree una ola de crecimiento espectacular y una vida mejor. El grado de riqueza que se puede generar es brutal, otra cosa es cómo se reparte.
DIMENSIÓN
Queremos ser mucho más grandes, creemos que el futuro es digital y no está en adquirir bancos físicos
OPERACIONES EN ESPAÑA
El mercado nacional es un referente, pero para nosotros el mercado es global: EE.UU., Latinoamérica, Asia...