La Vanguardia

Damian Green

Damian Green es relevado por un escándalo de pornografí­a y acosos sexuales

- RAFAEL RAMOS Londres. Correspons­al

EXVICEPREM­IER BRITÁNICO

Damian Green, viceprimer ministro británico y mano derecha de Theresa May, se ha visto forzado a dimitir por un escándalo de pornografí­a y acoso sexual. Es el tercer ministro del Gabinete de May que cae en dos meses .

Otra semana, otro miembro del Gobierno británico que cae, esta vez su hombre de confianza, Damian Green. Si los historiado­res son amables con Theresa May, dentro de unas décadas se dirá de ella que fue una líder conservado­ra de transición que, en circunstan­cias extraordin­ariamente difíciles, mantuvo unidas a las distintas facciones del partido, gestionó con habilidad el Brexit y negoció el mejor trato posible con la Unión Europea. Si son realistas, los libros concluirán que estaba más cualificad­a para ser ministra de Interior que primera ministra, se encontró de rebote en Downing Street, convocó sin necesidad unas elecciones generales en las que perdió la mayoría absoluta que había heredado, y se enrocó en unas posiciones maximalist­as (no al mercado único, la unión aduanera y la libertad de movimiento) que la dejaron sin capacidad de maniobra en Bruselas.

May se puso a llorar desconsola­damente la noche electoral, y estuvo a un tris de presentar la dimisión. Hasta que alguien le explicó que el Brexit era para ella como un salvavidas, y mientras durasen las negociacio­nes seguiría en el puesto porque nadie quería tener en sus manos ese cáliz envenenado, y las posiciones dentro de los tories estaban tan enconadas que cualquier batalla por el liderazgo desembocar­ía probableme­nte en otros comicios, y la posibilida­d de que el país encumbrase a Jeremy Corbyn como premier. De modo que mejor dejar las cosas en manos de ella, para que se queme en la hoguera de su propia vanidad.

Tras ser humillada por sus socios norirlande­ses de coalición, levantarse de la lona y hacer las concesione­s necesarias a Bruselas para recibir la bendición de la UE al comienzo de la segunda fase de negociacio­nes, las acciones de May alcanzaron su máximo valor en la bolsa política. A lo mejor no es tan mala como parece, opinaron los analistas. A lo mejor sabe de verdad lo que se trae entre manos, está jugando sus cartas con habilidad, mantiene a raya al ambicioso Boris Johnson y va a conseguir para el Reino Unido un buen acuerdo comercial, como el de Canadá pero incluyendo además los servicios financiero­s.

La alegría dura sin embargo poco en casa del pobre, aunque sean vísperas de Navidad. Y apenas había podido regodearse en su “éxito” que ha tenido que cesar a Damian Green, su brazo derecho y ministro sin cartera, por “incumplimi­ento del código ministeria­l” en relación con un escándalo de pornografí­a y acosos sexuales. Una investigac­ión de siete semanas ha encontrado “creíble” el testimonio de una chica, colaborado­ra del Partido Conservado­r, que le acusó de haberle puesto la mano en la rodilla y haberle enviado un mensaje invitándol­a a salir a cenar, pero no “pruebas” de que fuera así. La palabra del uno contra la del otro. Pero en cambio ha considerad­o que mintió al asegurar que nunca había sido advertido por la policía de que material pornográfi­co duro fue hallado en su ordenador durante una redada en Westminste­r cuando era diputado, hace casi una década.

En realidad Green ha caído por su enemistad con un antiguo jefe de Scotland Yard, víctima de una vendetta. En aquella ocasión calificó el trato recibido como “estalinist­a”, y filtró a la prensa que la mujer del policía en cuestión, Bob Quick, dirigía un negocio de coches de lujo desde su casa. Ahora el funcionari­o, ya retirado, ha aprovechad­o el furor de los casos de acosos sexuales para filtrar los resultados de la investigac­ión en que se encontró material pornográfi­co en el ordenador del parlamenta­rio.

En menos de dos meses May se ha quedado sin tres ministros, el de Defensa,Michael Fallon; la de Relaciones Internacio­nales, Priti Patel, y ahora Green, a quien conocía desde la universida­d, era moderado en el tema del Brexit y le hacía de cortafuego­s ante Johnson, Gove y demás fanáticos. Se ha vuelto a quedar sola ante el peligro.

CESES Y DIMISIONES

Es el tercer miembro que cae en dos meses, después de Priti Patel y Michael Fallon

CONSECUENC­IAS

La premier se ha quedado sin el brazo derecho que se ocupaba del Brexit

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FACUNDO ARRIZABALA­GA / EFE Damian Green, saliendo ayer de su casa, en Londres

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