Una exasistente de Weinstein lo describe como un monstruo
Zelda Perkins, exasistente personal de Harvey Weinstein, ha decidido romper unilateralmente el contrato de confidencialidad que firmó en 1998 (y por el que recibió 140.000 euros) para explicar su experiencia al lado del productor acusado de abusos sexuales. En una entrevista para un documental sobre este escándalo, Perkins lo describe como “un monstruo repulsivo” y “un maestro de la manipulación”.
Asegura que en 1998 Weinstein intentó violar a una compañera en el Festival de cine de Venecia. Su intento de denuncia acabó en amenazas por parte del productor, que negó las acusaciones, y en la firma de la cláusula de confidencialidad. “Era la palabra de dos mujeres menores de 25 años contra la de Harvey Weinstein, contra Miramax, que es como decir que éramos nosotras contra la corporación Disney [propietaria por aquel entonces de la productora de Weinstein]”, dice en la entrevista. “Los últimos 19 años han sido angustiosos, no me ha permitido hablar ni ser yo misma”, cuenta en el reportaje.
Perkins reconoce que no sufrió maltrato físico pero sí psicológico. “Si tienes un acuerdo firmado con alguien, que dice que ese alguien irá a terapia, que será despedido de su propia compañía si alguien realiza acusaciones similares durante un cierto periodo, que implica que el departamento de recursos humanos tiene que implementar una política contra el acoso sexual... Queda bastante claro que algo no va bien”, asegura. Esa situación la dejó “rota, exhausta y desilusionada”, por lo que abandonó la batalla. “No tenía energía para luchar. No era mi obligación investigar en su responsabilidad”, añade. Han pasado 19 años y, tras las denuncias contra Weinstein, Perkins quiere hablar sobre los acuerdos. / Redacción