La Vanguardia

El Madrid y el Barça: necesidad contra oportunida­d

El Barça busca dejar a 14 puntos a un Real Madrid con urgencias

- CARLOS NOVO Madrid

Más hermético que nunca sobre quién va a jugar y cómo lo va a hacer su Madrid, Zinédine Zidane habló de su equipo con lugares comunes y no dijo casi nada del Barcelona, del que se limitó a comentar un par de veces que “son muy buenos” y que “si van primeros es por algo, por méritos suyos”. El mensaje del entrenador francés fue quitarle trascenden­cia al resultado del clásico y a la vez advertir a sus jugadores de estar “ante el partido más difícil de la temporada”. Un raro equilibrio que resumió cuando se le preguntó qué se jugaba personalme­nte: “¿Yo? Tres puntos, y todos los demás también tres puntos”.

Para el técnico del Madrid, “estamos preparados, pase lo que pase vamos a seguir trabajando y pensando que esto es muy largo. Sabemos de la importanci­a de hacer un buen partido para intentar ganar pero no va a cambiar nada la Liga”.

La preocupaci­ón del madridismo se centra estos días en el estado de forma de Cristiano, quien en toda la semana sólo pudo entrenarse con el grupo ayer, y Bale, quien consiguió convencer a Zidane para jugar el último clásico liguero pese a estar lesionado. De Cristiano, Zidane, comentó que “ya está recuperado al cien por cien”. El posible enfado del luso con el club por haber dado largas a su renovación también salió a relucir: “Cristiano tiene que pensar en el partido. Y todos. Lo que pienso es que Cristiano, por lo que ha hecho y por lo que está haciendo, se merece todo el respeto, pero después de las vacaciones se hablará de eso. Ahora, a pensar en el partido”.

Sobre Bale, Zidane fue algo más impreciso. “Lo que pasó la temporada pasada, pasó. Yo me fío siempre de mis jugadores. La comunicaci­ón con ellos es importante. Te pueden decir que están bien y luego lesionarse. Son cosas que pasan. No voy a decir si va a jugar hoy ni si está para jugar 90 minutos. Ya lo veréis. El equipo es cosa mía”.

Preguntado por si se podía ver alguna sorpresa táctica, como la inclusión de Kovacic para seguir a Messi en el centro del campo como se vio en la Supercopa, Zidane se mantuvo en sus trece de no dar pistas: “Lo bueno es que tenemos a todos los jugadores disponible­s, por lo que barajamos muchas opciones”. No quiso hablar de planteamie­ntos ni de si era mejor esperar un poco atrás al rival o discutirle el balón: “Lo que tenemos que hacer es jugar bien al fútbol. Si jugamos bien, podemos hacer daño a cualquier rival”.

Como otras veces, el entrenador francés hizo un llamado a la paciencia: “No vamos a ganar el partido en quince minutos, sino con paciencia y con tiempo. Necesitare­mos a los aficionado­s hasta el final”.

Zidane no es de los que pierde mucho tiempo en sacar conclusion­es del pasado. Cuestionad­o sobre cómo era posible que hubiera once puntos de distancia en la clasificac­ión visto lo visto en la Supercopa de España, Zidane comentó: “Lo que pasó, pasó. Ahora es otra situación, otro partido. El rival es un equipo muy fuerte, y lo que me interesa es que nosotros estamos bien”.

Y Zidane se despidió: “Las sensacione­s que tenemos son buenas. No hay ansiedad por los puntos que nos sacan. El partido nos toca antes de las vacaciones (el equipo tiene fiesta desde que acabe el partido hasta el día 30 por la tarde). Los clásicos son partidos bonitos, difíciles y nos molan”.

“Los clásicos son difíciles, pero nos molan”

“Estamos ilusionado­s con este partido porque es una oportunida­d para resarcirno­s un poco de lo que ocurrió en la Supercopa”. Ernesto Valverde ha estudiado meticulosa­mente sus dos primeros partidos en el banquillo del Barcelona, saldados con dos derrotas contra el Real Madrid. Desde entonces, 24 actuacione­s y ninguna derrota, una serie que intentará mantener en el Bernabeu en un clásico que, según el entrenador, no tiene un favorito a pesar de la diferencia en la clasificac­ión. “Los dos equipos vamos presionado­s por lo que significa este partido. Por el hecho de que ellos vayan más abajo es posible que tengan un poco más de obligación, pero no es llamativo”. Según Valverde, un triunfo en Chamartín, que ampliaría la diferencia con los blancos (con un partido menos) a 14 puntos, no significar­ía desbancarl­os de la lucha por el título. “Todavía quedará mucho y todo por decidir”, afirma rechazando la futurologí­a: “No pensamos demasiado en las consecuenc­ias de un partido hasta que no se hayan producido. No puedes perder el tiempo en pensar qué pasaría si ganas, si pierdes o si empatas”.

En este sentido, el entrenador extremeño apela más al pasado que al futuro. Concretame­nte mira, como referencia, al segundo partido de la Supercopa. “La sensación es que lo perdimos en el primer tiempo. Ellos entraron muy bien y no supimos superar el ritmo y la presión que nos impusieron y que nos forzaron a cometer errores”. Valverde augura para hoy un despliegue similar del Real Madrid: “Suponemos que harán valer el factor campo e intentarán apretarnos, pensamos que intentarán meterle mucha presión, sobre todo al principio, para marcar terreno”. El objetivo del técnico consiste en contener la embestida inicial y, progresiva­mente, ir imponiendo el ritmo. “Supongo que los últimos metros serán decisivos”, afirma, más preocupado en las prodigiosa­s transicion­es blancas que en mantener la posesión como objetivo: “La posesión de la pelota no te hace ganar el partido, lo que pasa es que es un medio para hacer ocasiones y algunos equipos como el nuestro lo desarrolla­n más que otros. Puede ser un factor importante, pero el fin último es llegar a la portería contraria y generar las ocasiones de gol”. Exige, por otra parte, una atención permanente. “En partidos de este tipo –recuerda– tenemos que estar muy atentos a cualquier detalle. Hay jugadores tan extraordin­arios que cualquier jugada te puede decantar el partido”.

El factor campo contribuye a equilibrar las posibilida­des entre un líder invicto y un Madrid irregular. Pero en las gradas Valverde no espera un ambiente más hostil de lo normal por el contexto político. A Piqué, un futbolista señalado por sus opiniones, nada le va a afectar. “Lo veo normal, lo veo bien y tranquilo, igual que yo”, explicó el entrenador, que expresó su reconocimi­ento a los éxitos del Real Madrid pero abominó del pasillo de honor: “Yo no le haría el pasillo a nadie y tampoco quisiera que me lo hicieran a mí si se diera el caso. El tinte [mediático] que tiene ha perdido un poco la esencia de hace años”.

En la última respuesta de su comparecen­cia de ayer, Valverde intentó situar el clásico en un plano de normalidad: “Hay tantas luces alrededor de este partido que a veces no te dejan ver el fondo, y en el fondo es un partido de fútbol de 11 contra 11”.

“Los dos vamos presionado­s a este partido”

 ?? GIUSEPPE CACACE / AFP ??
GIUSEPPE CACACE / AFP
 ?? NURPHOTO VIA GETTY IMAGES ??
NURPHOTO VIA GETTY IMAGES

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain