El árbitro francés
Macron se dispone a asumir el papel de mediador entre Israel y los palestinos
El presidente palestino, Mahmud Abas, se entrevista en el Elíseo con Emmanuel Macron, a quien pide que lidere la mediación en el conflicto con Israel.
El presidente palestino, Mahmud Abas, llegó ayer al Elíseo con ganas de que Emmanuel Macron lidere la mediación en el conflicto con Israel. El presidente francés se dejó querer. El papel de árbitro encaja bien con su idea de fortalecer la presencia de Francia en Oriente Medio. Además, la férrea alianza de Estados Unidos con Israel le brinda en bandeja esta oportunidad.
Abas dijo en París que no aceptará ningún plan de paz que proponga Estados Unidos. Jared Kushner, asesor y yerno del presidente Trump, lleva meses redactando este plan, del que nada se sabe salvo que está previsto presentarlo a las partes el próximo mes de marzo.
“Estados Unidos –añadió Abas– ha demostrado ser un mediador deshonesto en el proceso de paz” y “se ha descalificado a sí mismo”.
Macron opina más o menos lo mismo y admitió que, al reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, Trump “se ha marginado” en el proceso de paz.
Abas anticipa que el plan de Kushner no se basará en una solución de dos estados sobre la línea del armisticio de 1967, ni contemplará que Jerusalén Este, la parte de la ciudad que Israel anexionó en 1980, sea la capital del nuevo Estado palestino. Israel considera que la ciudad es su capital desde hace 3.000 años y, además, es indivisible.
Dos estados y una Jerusalén compartida es la solución que defiende la comunidad internacional y la que Macron destacó ayer como única viable. Esta fue también la conclusión de la conferen-Francia cia de paz de París, celebrada el pasado enero y a la que asistieron 70 países. Israel, sin embargo, la boicoteó al entender que se quería imponerle un acuerdo inaceptable.
“Señor presidente –le dijo Abas a Macron–, nosotros confiamos en usted, le respetamos, apreciamos sus palabras, esperamos mucho, mucho de usted, y esperamos seguir trabajando bien juntos”.
El presidente francés aceptó el cumplido pero al abordar la cuestión de un reconocimiento unilateral de Palestina dijo que ahora no sería eficaz. Sólo una vez alcanzado un acuerdo de paz con Israel tiene sentido, a su juicio, reconocer a Palestina.
Macron mantiene una buena relación con el primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, y el año próximo tiene previsto visitar Israel y los territorios palestinos. También viajará a Teherán y aprovechará para fortalecer su papel de mediador en el conflicto nuclear con Estados Unidos.
Los iraníes, como les pasa a los palestinos, no se fían de EE.UU. y tampoco del Reino Unido. A Alemania no lo consideran un país con un peso diplomático relevante. Es Francia es en quien depositan su confianza y Macron se lo agradece declarando que “Irán es muy importante para nosotros”.
lleva décadas sin una presencia efectiva en Oriente Medio. La llegada de Macron al Elíseo, sin embargo, está revirtiendo esta situación. Su primer éxito diplomático en la región se produjo hace unas semanas cuando logró sacar de Arabia Saudí al primer ministro libanés, Saad Hariri, y facilitar su regreso a Beirut.
Francia votó el jueves la resolución de Naciones Unidas contra la capitalidad israelí de Jerusalén. A este voto, en la Asamblea General, se sumaron aliados importantes de Estados Unidos, como el resto de países europeos. Trump había amenazado con sanciones económicas a los países que votaran a favor. Al final lo hicieron 128 pero 35 se abstuvieron y 21 se ausentaron de la sala.
Abas reprochó ayer a Trump que amenazara con un castigo económico para imponer su voluntad a otros países. Los estados árabes votaron a favor de la resolución y Trump renovó ayer sus amenazas. “Después de haber gastado estúpidamente siete billones de dólares en Oriente Medio, es hora de empezar a reconstruir nuestro país”, escribió en un tuit. Jordania, por ejemplo, recibe 1.200 millones de dólares al año de EE.UU., y Egipto, 1.300.
El presidente palestino cree que Estados Unidos “ha demostrado ser un mediador deshonesto en el proceso de paz”