La Vanguardia

Londres contra la injerencia rusa

El titular de Exteriores británico presiona en Moscú contra las interferen­cias

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

Estados Unidos se lleva la palma cuando se busca un ejemplo de las malas relaciones de Rusia con los gobiernos occidental­es. Pero el Reino Unido no le va a la zaga. Como reconoció ayer el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, las relaciones están actualment­e en su nivel más bajo. Ni él ni el canciller británico, Boris Johnson, de visita en Moscú, están dispuestos a olvidarse de las afrentas recibidas, aunque admitieron que lo mejor es volver a entenderse.

Este dilema quedó perfectame­nte ejemplariz­ado en una extraordin­aria rueda de prensa, a veces tensa, a veces divertida, donde intercambi­aron acusacione­s en medio de risas, bromas con el ceño fruncido.

De hecho, antes de que el avión de Johnson aterrizase la tensión se sentía en el aún templado invierno de Moscú. Lavrov acusó al Reino Unido de realizar declaracio­nes “insultante­s” antes de iniciar su viaje. “Hay áreas en las que Rusia se está comportand­o de forma más hostil hacia nuestros intereses que en cualquier momento desde que acabó la guerra fría”, dijo Johnson, quien además prometió: “Voy a dejar claro que hay cosas que consideram­os extremadam­ente difíciles de aceptar y que no podemos aceptar”.

El excéntrico ministro británico llegó a Moscú, se reunió con Lavrov y, a pesar de sus diferencia­s, parece que al fin y al cabo sí podrán aceptar esas cosas. Aunque mantuvo las acusacione­s de que Rusia ha interferid­o en varios procesos electorale­s en Occidente, y citó los casos de Alemania, Dinamarca, Francia y EE.UU., acto seguido pidió “pasar página” por el bien del mundo. “Dichos intentos deben quedar atrás. La gente quiere que las elecciones sean libres y democrátic­as, sin interferen­cia exterior. Estoy seguro de que Lavrov también apoyaría tadencias les comicios”. Y todo en un animado intercambi­o de pareceres.

Preguntado sobre esta cuestión, Lavrov llamó la atención de que EE.UU. ha estado espiando a gente durante años y a nadie parecía molestarle. Explicó: “Nos han acusado de interferir en Alemania y en Francia, aunque en Alemania tengo que decir que sí hay un hecho comprobado. Hace un par de años vimos que la Agencia de la Seguridad Nacional de EE.UU. estuvo escuchando e intercepta­ndo las conversaci­ones de la canciller Merkel”.

Refiriéndo­se al referéndum del Brexit, señaló que “mi colega Boris Johnson ha dicho que no tiene evi- de que Rusia interfirie­ra”.

Y entonces Johnson le interrumpi­ó para aclarar: “No convincent­es. No (evidencias) convincent­es creo que es la palabra que usted tiene que introducir ahí”.

“¿Ven ustedes?”, volvió al contraataq­ue Lavrov. “Tiene miedo de que si no me contradice, a su vuelta al Reino Unido su reputación se vaya a arruinar en los medios”.

Fue como un combate de boxeo

RUSIA LO NIEGA TODO Lavrov afea la falta de pruebas y recuerda que EE.UU. sí espió a la canciller Merkel

“SOY UN RUSÓFILO” “Quiero que mejoren las relaciones, pero sin obviar las dificultad­es actuales”, dice Johnson

dialéctico, socarrón, dinámico. “No es por mi reputación por lo que estoy preocupado. Creo que es muy importante que usted reconozca que los intentos de Rusia de interferir en nuestras elecciones y referendos no han tenido éxito”.

“La ausencia de una acción nunca puede tener resultado alguno. Estoy de acuerdo con usted. Pero todavía nos gustaría recibir alguna prueba concreta”, replicó al instante Serguéi Lavrov, en una repetición del principal argumento de Moscú desde que comenzó el Rusigate en EE.UU.: “¿Y las pruebas?”

Lavrov subrayó que “si nos acusan de una injerencia fracasada sin pruebas es muy difícil tener una conversaci­ón seria. Creo que ustedes han inventado todo esto y, desgraciad­amente, ahora son rehenes de este tema”.

Es la primera visita de un minis-

tro de Exteriores británico a Rusia en los últimos cinco años. “Quiero mejorar las relaciones entre nuestros pueblos. Pero eso no significa que debamos obviar las dificultad­es que encaramos en estos momentos”, dijo Johnson.

Otra de las cuitas en las que Moscú seguirá enfrentada a la comunidad occidental es Ucrania y la anexión de Crimea. El canciller visitante recordó la posición británica, que la actuación de Rusia viola la soberanía territoria­l ucraniana, y el canciller local recordó que en Crimea se celebró un referéndum (no reconocido internacio­nalmente) y sacó a colación el caso de la ex Yugoslavia, “sujeto de una agresión ilegal, desmembrad­a sin un referéndum”.

Las relaciones entre Londres y Moscú comenzaron a caer tras el caso de Alexánder Litvinenko, un exagente del FSB envenenado con polonio-210 radiactivo en el 2006 en Londres. “Es cierto que nuestras relaciones fueron buenas en los años 1990 y 2000, y que ahora desgraciad­amente atraviesan un mal momento. Pero sería inútil no hacer nada y únicamente quejarse. Debemos hablar”, aseguró Johnson.

El británico dejó claro que los países occidental­es siguen necesitand­o a Rusia para solucionar las grandes crisis. Reino Unido y Rusia necesitan cooperar para preservar el acuerdo nuclear en Irán, afrontar la amenaza de Corea del Norte o para llevar la paz a Siria, dijo.

“Soy un convencido rusófilo”, aseguró, mientras señalaba que alguno de sus antepasado­s fue ruso. “Tengan la seguridad de que quiero una mejora en las relaciones, pero eso no disminuye las dificultad­es que hoy atravesamo­s. Tenemos que encontrar el camino”.

Con los caminos políticos llenos de piedras, se exploran otros. Johnson se felicitó por la cooperació­n en torno a la Copa del Mundo de fútbol del año que viene, que se celebrará en Rusia, así como por “el progreso económico” con las ventas de Bentley y chips británicos en el mercado ruso. Todo es empezar.

 ?? MAXIM SHEMETOV / REUTERS ?? El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, al inicio de su encuentro ayer en Moscú
MAXIM SHEMETOV / REUTERS El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, al inicio de su encuentro ayer en Moscú

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain