Puigdemont plantea una reunión a Rajoy para abrir una fase de diálogo
El expresident reclama abordar la “nueva etapa política” que comienza en Catalunya
Carles Puigdemont ha tomado la iniciativa y, ni veinticuatro horas después de las elecciones celebradas en virtud de la aplicación del artículo 155 de la Constitución y que han servido para que el independentismo revalide la mayoría absoluta en el Parlament, ha planteado una reunión “sin condiciones previas” a Mariano Rajoy para abrir una etapa de diálogo que deje atrás el enfrentamiento de los últimos tiempos. “Estoy dispuesto a encontrarme con él en Bruselas o en algún otro lugar de la Unión Europea que no sea, por razones obvias, el Estado español, porque tenemos que abordar la nueva etapa política que comienza en Catalunya, España y Europa”, reclamó ayer en una comparecencia realizada en Bruselas, acompañado de los exconsellers Clara Ponsatí y Lluís Puig y de otros miembros de la candidatura de Junts per Catalunya (JxCat).
El 130.º presidente de la Generalitat valoró especialmente que el bloque independentista hubiera reeditado la mayoría “con sus reglas del juego y con más votos a favor de la independencia que el 1-O”, lo que a su juicio certifica claramente que la “receta de violencia y prisión” del presidente del Gobierno español “ha fracasado” y que, en consecuencia, ahora no le queda más remedio que probar el “diálogo bilateral”. “Lo ha intentado todo menos una cosa, sentarse a hablar, y ahora tiene una oportunidad magnífica de empezar a ponerse del lado de las soluciones, porque ahora es la hora de la receta política”, subrayó, convencido de que los más de dos millones de votos independentistas no pueden negligirse y en democracia no se puede impedir que se aplique el resultado que de ellos se deriva. “La nueva etapa tiene que estar presidida por soluciones políticas y no por la represión penal delirante que les lleva a hacer el ridículo como el de considerar que las movilizaciones de las Diades forman parte de la estrategia de la violencia”, remarcó.
“Nadie que observe lo que está pasando en la política española y catalana puede tener la más mínima duda de la voluntad de diálogo del independentismo”, defendió el cabeza de cartel de JxCat, que consideró que, “como gesto de buena de voluntad”, Mariano Rajoy debería responder a la enésima oferta de diálogo que se le plantea desde Catalunya con “la repatriación de los policías enviados desde septiembre, la retirada de los hombres de negro que toman decisiones ilegítimas en nombre de un Govern ocupado y la abstención en la toma de decisiones en nombre de la Generalitat”. Unas peticiones que de mo- mento no tienen respuesta, como por ahora tampoco la espera de las instituciones de la Unión Europea (UE), a las que precisó que ni tan siquiera les pide que cambien su posición sobre el conflicto existente entre Catalunya y España, sino simplemente que “escuchen a todo el mundo”, porque “nos hemos ganado el derecho de ser escuchados”. Carles Puigdemont se mostró convencido, por otro lado, de que, a diferencia del 2015, esta vez JxCat y ERC podrán gobernar “con tranquilidad”, incluso sin el respaldo explícito de la CUP, a la que les bastará con abstenerse para que los 66 diputados de las otras dos formaciones independentistas se impongan a los 65 del resto de partidos (Cs, PSC, Catalunya en Comú y PP). Aunque, a pesar de ello, expresó su voluntad de “llegar a acuerdos con la CUP, pero no solo con la CUP”. Una idea que también comparte JxCat, cuyos miembros electos mantuvieron también ayer la primera reunión, en espera de cómo se concretan los escenarios que deberían facilitar el retorno del 130.º presidente de la Generalitat a Catalunya para ser investido, y que sigue siendo el gran objetivo de la candidatura. La hasta ahora directora de campaña, Elsa Artadi, tiene previsto precisamente viajar hoy a Bruselas para tratar directamente la cuestión con el propio Carles Puigdemont.
Y la que igualmente se reunió ayer para analizar los resultados electorales fue la dirección del PDECat, el partido que ha formado parte de la candidatura de JxCat y que durante toda la campaña se ha visto relegado a un se-
PRIMEROS PASOS
JxCat estudia los escenarios que deben facilitar el retorno de su candidato a Catalunya
NUEVA ESTRATEGIA
El PDECat apuesta por un Govern con ERC y sin la CUP y por dejar atrás “prisas y plazos”
gundo plano, pero que a partir de ahora está decidido a hacerse valer. En este sentido, lo primero que ha hecho el PDECat ha sido reivindicar su contribución al buen resultado de la candidatura y seguir cerrando filas incondicionalmente con Carles Puigdemont, recordando que justamente su prioridad es la restitución del presidente de la Genmeralitat y del Govern en pleno y no, por ejemplo, la constitución de un gobierno de concentración, como ha planteado ERC, en el que estuviera también la CUP. Es decir, un Govern sin la CUP como plantea al mismo cabeza de lista de JxCat. “Los soberanistas tenemos la obligación de entendernos y estamos dispuestos a hablar con todo el mundo”, recalcó, en todo caso, Marta Pascal después de la reunión mantenida por la ejecutiva del partido. “Nuestra prioridad es la restitución del Govern legítimo, con todos sus miembros, en el punto en que quedó a raíz de la aplicación del 155”, argumentó. Una prioridad que tendrá que acordar con ERC y para la que el PDECat tiene prevista la creación de un equipo negociador en el que entiende que debe estar representado el partido, además de la candidatura de JxCat, con la que también deberá pactar la gestión del grupo en el Parlament. “No hablamos de dos almas, sino que todos formamos parte de un mismo espacio político ganador”, advirtió.
Más allá de la repercusión interna del 21-D, el PDECat considera que, políticamente, el soberanismo, “a pesar de ser mayoritario, tiene la obligación de ensanchar la base”, y por esta razón la coordinadora general esgrimió que “ha llegado el momento de buscar otras alternativas”. “No es tiempo de encorsetamientos, de darnos prisas, de ponernos plazos, es tiempo de paciencia y de seguir sumando”, sentenció.