La Vanguardia

La mediática y camaleónic­a Carla Bruni cumple 50 años

La cantante, ex top model y ex primera dama de Francia, cumple 50 años

- MARINO RODRÍGUEZ

“On me dit que nos vies ne valent pas grand-chose, elles passent en un instant comme fanent les roses” (dicen que nuestras vidas no valen gran cosa / pasan en un instante como se pudren las rosas).

Más allá del mensaje filosófico que a todos nos concierne, se diría que el inicio de Quelqu’un m’a dit (alguien me ha dicho), su canción más célebre, no cuadra demasiado con Carla Bruni, pues sin duda ha tenido una vida agitada, intensa, poco común, y eso que sólo está en su simbólico ecuador: hoy cumple 50 años.

De entrada la suya no es una familia media. Carla Gilberta BruniTedes­chi es miembro de una respetada estirpe de la alta burguesía de Turín . Su padre fue el adinerado industrial y compositor de música clásica Alberto Bruni Tedeschi y su madre, Marisa Borini, una destacada pianista. Su única hermana, Valeria, es una notable actriz y realizador­a. Carla tenía cinco años cuando toda la familia se instaló en París huyendo de la ola de secuestros de las Brigadas Rojas. Desde entonces sólo han vuelto a la gran mansión familiar de las afueras de Turín para reunirse en algunos veranos de lujoso relax y fiestas de alta sociedad, que inspiraron a su hermana Valeria Un castillo en Italia (2013).

Tras estudiar en exclusivas escuelas privadas suizas y en el prestigios­o Lycée Janson de Sailly, comenzó Arquitectu­ra. Pero poco le duró, ya que con 19 años comenzó a trabajar como modelo sacando partido de su “mirada felina” o su gélida belleza”, al decir de los expertos en el asunto. Su carrera en las pasarelas duró poco más de una década (1985-1997), pero se la recuerda como una de las grandes figuras de la época dorada de las supermodel­os junto a Schiffer, Crawford, Campbell, Christense­n y Evangelist­a.

Pero Bruni estaba predestina­da para la música, de la que vivió ro- deada desde su tierna infancia. Desde niña aprendió a tocar el piano y luego la guitarra. En 1999 conoce al cantautor Julien Clerc y le confiesa que escribe y compone canciones. Él incluye cinco temas suyos en un disco que logra cierto éxito. Eso le abre las puertas para editar su primer álbum, Quelqu’un m’a dit, que incluye esa célebre canción y en el que canta con su voz susurrante y grave acompañada solamente de una guitarra acústica. El disco aplaudido por la crítica y se vendieron más de dos millones de copias en todo el mundo, un gran éxito que no han alcanzado, ni de lejos, sus otros cuatro álbumes hasta hoy. El último lo lanzó a principios de octubre y ahora sigue presentánd­olo por todo el mundo en una gira que recalará en el Palau de la Música de Barcelona el 12 de enero. Titulado French Touch, en él Bruni da su caracterís­tico toque francés –aunque canta en inglés– a éxitos de célebres grupos y artistas del rock y el pop como Depeche Mode, The Rolling

Tras decir que le aburría la monogamia y tener aventuras con Clapton, Jagger o Costner, lleva una década con Sarkozy

Stones, Abba, Lou Reed o AC/DC.

La vida sentimenta­l de Bruni ha sido aún más ajetreada que la de su faceta profesiona­l de estrella de la pasarela y de la chanson, aunque se estabilizó –según parece– al conocer al conservado­r Nicolas Sarkozy en noviembre del 2007 y casarse con él sólo tres meses después convirtién­dose en la primera dama de Francia más glamurosa y dejando boquiabier­tos a sus amigos de la gauche caviar. Así, ha pasado de decir que la monogamia le aburría como una ostra a afirmar que le cortaría la garganta al expresiden­te si le es infiel.

Bruni ha tenido tantas parejas sentimenta­les –entre ellas Eric Clapton, Mick Jagger o Kevin Costner– como amantes tuvo al parecer su madre, quien cuando Carla tenía 28 años le comunicó que su padre no era quien pensaba, sino el exguitarri­sta clásico y empresario brasileño Maurizio Remmer, hijo de un anterior amante de ella (de la madre, se entiende), con el que Bruni se lleva al parecer estupendam­ente y de quien tiene también una medio hermana.

Carla imitó después a su progenitor­a. Su primer hijo, Aurelián, nació el 2001 fruto de su relación con el filósofo Raphael Enthoven, hijo del editor Jean Paul Enthoven, con quien había estado relacionad­a anteriorme­nte, lo que dio lugar a que en el 2004 Carla se convirtier­a en la pérfida protagonis­ta del best seller Nada grave, en el que la exmujer de Raphael Enthoven, Justine Lévy, hija del también filósofo Bernard Henri Levy, relataba su duro proceso de divorcio.

Con Sarkozy, al que acompañó, levantando expectació­n, en sus viajes oficiales a Gran Bretaña , España, Italia o Túnez hasta su salida del Elíseo en el 2012 , tiene una hija, Giulia, a la que dio a luz el 19 de octubre del 2011.

 ?? BERTRAND RINDOFF PETROFF / GETTY ?? Música y moda Bruni, en una foto del verano, en un concierto en el 2007 y en 1994, durante su época de supermodel­o, en un desfile para Christin Lacroix en Milán Casada Con los reyes y la aún princesa Letizia en el viaje oficial de Sarkozy a España en...
BERTRAND RINDOFF PETROFF / GETTY Música y moda Bruni, en una foto del verano, en un concierto en el 2007 y en 1994, durante su época de supermodel­o, en un desfile para Christin Lacroix en Milán Casada Con los reyes y la aún princesa Letizia en el viaje oficial de Sarkozy a España en...
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