Días de pánicos y azares
TV3 volvió a demostrar que es la cadena que mejor domina el especial elecciones
Hacer compatibles el sorteo de la lotería y el análisis de unos resultados electorales tan trascendentes como los del jueves obliga a contorsiones mediáticas admirables. El cóctel es extraño pero propicia dos alivios simultáneos: que el pánico por los resultados no se extienda con la virulencia demagógica habitual y que la tabarra de los niños de San Ildefonso no sea unánimemente ubicua. En RAC1 (y 8tv), Jordi Basté volvió a encontrar el modo de maridar (¡qué verbo más repugnante!) política y lotería con el virtuosismo del malabarista chino capaz de hacer rodar varios platos al mismo tiempo sin que se caigan. La noche anterior, TV3 volvió a demostrar que es la cadena que mejor domina el especial elecciones. Vicent Sanchis debería ir pensando en crear un equipo permanente y ofrecerse a otros países para cubrir, con recursos fiables y voces plurales, un acontecimiento tan complicado de explicar como unas elecciones. En la mesa, un abanico de analistas marcado por tres maneras de entender la vanidad y la experiencia bien informadas: Ernesto Ekaizer, Toni Soler y Josep Cuní, moderados por Lídia Heredia y Toni Cruanyes, y un gran sentido de la imagen informativa (hasta el punto que, si alguien te llamaba por teléfono, podías quitar el sonido de la televisión y seguir informado gracias a las soluciones gráficas). Las alternativas a TV3 también han mejorado. Desde TVE a Antena3 y La Sexta, que podría establecer un intercambio de colaboradores (en ambas direcciones) con TV3. La Sexta aplica al relato electoral un plus de adrenalina administrado por Antonio Garcia Ferreras y por un Xavier Sardà que dignifica la figura del tertuliano corporativo de cabecera.
ADJETIVAR NO ES INSULTAR. En las horas previas a las elecciones, Pere Mas participó en la tertulia de El programa de Ana Rosa (Telecinco) y, igual que en otras ocasiones, lo presentaron como “periodista independentista”. A primera vista la definición duele y confirma los abismos de cultura política y cultura a secas que sabotean una evolución racional del periodismo. Pero, más tarde, te preguntas si este modo de entender la tele no estará presagiando un futuro tristemente innovador con respecto a la simplificación intestinal. Por el mismo criterio que se aplica a Mas, esta manera de querer denigrar (sin conseguirlo) podría acabar derivando en “periodista facha”, “periodista con halitosis” o “periodista idiota”.
FICCIÓN-REFUGIO. Refugio para aislarse momentáneamente de la política: la serie Herrens veje, que vuelve a situar la ficción danesa en el mejor escaparate de la calidad con una historia de conflictos de fe y Counterpart, con un primer capítulo kafkiano sobre clónicos que, aunque se sitúa en el territorio de la ciencia ficción, lo hace con ingredientes de realismo verosímil. Pensándolo bien, la ciencia ficción con ingredientes de realismo verosímil también define el momento político que estamos viviendo. Aunque momento es una palabra demasiado generosa para definir la tira de años que hace que todo va como va.