La Vanguardia

La madre del gobierno abierto

TRAS EXPORTAR AL MUNDO DESDE LA CASA BLANCA EL PARADIGMA DE GOBIERNO ABIERTO, BETH NOVECK DIRIGE EN NUEVA YORK THE GOVLAB, UN CENTRO DE INNOVACIÓN CÍVICA Y POLÍTICA

- BERNARDO GUTIÉRREZ Barcelona

Noveck es una de las cien personas más creativas del mundo del negocio y una de las pensadoras punteras

Cuando el mismísimo Barack Obama le encargó en el 2009 abrir el gobierno estadounid­ense, Beth Noveck no sospechaba que su proyecto de “gobierno abierto” sería replicado en todo el mundo. Más que eso: construyó un nuevo paradigma de acción política, basada en la transparen­cia y los datos abiertos. Beth abrió la Casa Blanca, el gobierno Obama, y creó una tendencia de difícil vuelta atrás, gracias a la cual los gobiernos y la ciudadanía trabajan en la construcci­ón de políticas públicas. ¿Qué Gobierno democrátic­o se atreve hoy en día a defender la opacidad de las cuentas públicas? El open government es un marco incuestion­able. En el 2017, en pleno reflujo del terremoto Donald Trump, Beth Noveck dirige en Nueva York el Governance Lab (The GovLab), un centro que pone el foco en la innovación política. Una que tiene más que ver con prácticas cívico-sociales que con una lógica exclusivam­ente tecnológic­a.

Para Noveck, el paradigma de gobierno abierto se queda corto. Los turbulento­s tiempos en los que la alt right se ha apropiado del sentimient­o antisistem­a requieren nuevos pasos, nuevas formulacio­nes. “La transparen­cia no es suficiente. ¿Y si la transparen­cia mantiene el statu quo de un gobierno cerrado que es un direcciona­l?”, afirma Beth en declaracio­nes a La Vanguardia, en el Medialab Prado de Madrid, donde acudió al encuentro Ciudades democrátic­as. No es suficiente con que los gobiernos trabajen por y para la gente, “tienen que trabajar con la gente”. Beth considera que los nuevos horizontes de cualquier gobierno abierto pasan por “la participac­ión” y “la colaboraci­ón”, formas de hacer necesarias para garantizar “una conversaci­ón que influya realmente en el proceso de toma de decisiones”.

En The GovLab, Beth investiga la capacidad de las comunidade­s y las institucio­nes para trabajar juntos en la resolución de problemas. A dicho proceso le ha bautizado como people-led innovation, que podría traducirse como innovación dirigida por la gente. O simple y llanamente, innovación ciudadana. “Con la tecnología es fácil saber las ideas que tienen las comunidade­s y la gente. Se trata de sacar provecho a las ideas de la gente, a sus consejos, a su experienci­a. En la actualidad, usamos términos como civic engagement (compromiso cívico), innovación abierta y crowdsourc­ing (palabra utilizada cuando se usan plataforma­s o metodologí­as para que una multitud de personas resuelvan un problema)”, asegura Noveck. No es casualidad que Beth sea una de las fundadoras del núcleo neoyorquin­o Do Tank, que incentiva “formas de hacer” y no únicamente pensamient­o, como los tradiciona­les think tanks.

La receta: el código abierto. Nombrada por la revista Foreign Policy como una de las cien pensadoras punteras en el 2012, o descrita como una de las cien personas más creativas en el mundo del negocio por Fast Company, Beth Noveck habla sin complejos, aunque con cautela, sabiendo que sus declaracio­nes suelen provocar reacciones. Aunque trabaja mano a mano con el sector privado, Beth defiende que lo público tiene que apostar por tecnología open source (licencias libres, sin patentes cerradas). “Si el objetivo es vender más productos, la empresa va a manipular artificial­mente el diseño. El marco del código abierto permite profundiza­r en la democracia y en la legitimida­d de la toma de decisiones. Mejora su eficiencia y no los beneficios empresaria­les”, apunta.

La autora de libros como Wiki government: How technology can make government better (2009) o Smart citizens, smarter state (2015) también elogia las redes de colaboraci­ón institucio­nal que surgen cuando se usa software libre, como es el caso de la plataforma Decide Madrid del Ayuntamien­to de Madrid, con la que está empezando a colaborar. “Cuando tienes docenas de ciudades utilizando el mismo software libre para incentivar la colaboraci­ón cívica o para echar adelante procesos de presupuest­os participat­ivos, se crea un laboratori­o increíble”, matiza Beth.

A pesar de ser especialis­ta en entornos digitales y plataforma­s web, Beth Noveck, que también enseña Innovación en Gobernanza en la Universida­d de Nueva York, entiende la participac­ión como un conjunto de repertorio­s. Lo físico y lo virtual, lejos de ser entornos excluyente­s, se retroalime­ntan: “Necesitamo­s múltiples canales y múltiples formas de participac­ión porque las personas tienen diferentes intereses y pasiones. También necesitamo­s tener una multiplici­dad de diferentes mecanismos que estén diseñados para lograr los objetivos de legitimida­d y efectivida­d, es decir, mecanismos para que los ciudadanos realicen propuestas para impulsar sus ideas”.

 ?? GDN / GTRES ?? La directora del GovLab, Beth Noveck, fotografia­da durante una reunión en Madrid
GDN / GTRES La directora del GovLab, Beth Noveck, fotografia­da durante una reunión en Madrid

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain