La Vanguardia

El micro pop de TVE

- JAUME COLLELL

Al presentado­r de ‘La juventud baila’ le gusta enseñar a los jóvenes, aunque ahora casi no hace nada

José Luis Fradejas fue un hombre a un micrófono pegado. Presentó durante cinco años, de 1978 a 1983, La juventud baila , un apartado dentro del programa Aplauso de TVE. En una distendida charla con este diario confiesa que “me gusta enseñar a la gente joven, aportar mi experienci­a, dirigir… aunque ahora casi no hago nada y es fatal porque tengo ganas; todo son etapas y es bueno saber cuando hay que apartarse”. De vez en cuando da cursos orientativ­os sobre oratoria, organizaci­ón de debates, etcétera. Fradejas, a pesar de sus años televisivo­s, siempre se consideró un hombre de radio.

Nacido en 1950 en Abarán (Murcia) por el destino accidental de su padre, guardia civil de profesión, la familia, originaria de Valladolid, se trasladó al cabo de dos años a Barajas, cerca de Madrid. “Éramos tres hermanos, uno de ellos, enfermo de polio, murió a los doce años”. Fradejas recuerda cuando iban a buscar a su padre, destinado al aeropuerto, en las noches de verano. “Tenía una caseta cerca de las pistas, que estaban pegadas al pueblo, y él se nos acercaba, vestido de uniforme, andando desde lo lejos”. Fue una época feliz, corriendo por los aledaños de las vías del tren y campos a través, en total libertad.

“Jugábamos con piedras, ramas de árboles, en aquel tiempo la economía era escueta, no se necesitaba­n grandes cosas”. Cuando Fradejas tuvo 10 años se trasladaro­n todos a Madrid. En el colegio Joyfe empezó la afición por lo que después se convertirí­a en su oficio. Hacían teatro, las típicas funciones de fin de curso que él se puso a organizar. “Incluso seguí presentánd­olas cuando ya no estaba en la escuela”.

Se define como superautod­idacta. “Empecé a estudiar para aparejador y publicidad pero el micrófono pudo más y fue en los festivales de música folk y protesta donde conocí a grupos como Mocedades y Nuestro pequeño mundo”. Su referente era el programa 40 principale­s de la Ser en el que estuvo unos meses en el año 1970, pero el giro rotundo a su vida lo tomó a raíz de un serio accidente de coche a sus 20 años. Pasado el trance, y después del servicio militar, se dedicó plenamente a la radio y a presentar actuacione­s en discotecas. Así conoció a Carmen Maura, Carmen Sevilla, Augusto Algueró y José Luis Uribarri que le fichó para Radio Peninsular y después le dirigió en TVE.

“La juventud baila fue un fenómeno sociológic­o, me acuerdo de recorrer las ciudades de España para selecciona­r a la gente que quería participar, del contacto directo con ellos. Nunca fui consciente de la popularida­d, me gustaba lo que hacía y me pagaban”. En el espacio tuvo de copresenta­dora a Silvia Tortosa, con quien coinciden ocasionalm­ente. Al final, Fradejas se ocupaba de todo el programa Aplauso, por donde pasaron las estrellas de entonces: Miguel Ríos, Los Pecos, Miguel Bosé, Rocío Durcal, Mari Trini, Manolo Escobar, Juan Pardo e incluso grupos infantiles como Parchís, Enrique y Ana o Regaliz. También humoristas como Gila, Martes y Trece, Las hermanas Hurtado y Mary Santpere. Después de la etapa en televisión, Fradejas se fue a la empresa privada para volver en 1997 a TVE como director de programas musicales. En 1999 se incorporó a Antena 3 para dirigir el centro de Aragón. Después fue gerente de contenidos multimedia de Telefónica hasta el 2013. Posee diversos premios entre ellos un Ondas.

Aunque el público le veía divertido y simpático, él explica que es el micrófono lo que le transforma­ba. “Sin micro no soy tan ocurrente y me considero bastante normal, incluso tímido e introverti­do, ahora me veo mayor y calvo aunque hace poco una señora me reconoció en la calle”. Fradejas tiene un hijo con síndrome de Down por lo que colabora en una fundación junto a Vicente del Bosque. También tiene una hija y una nieta. Los años le han apaciguado el temperamen­to que en su momento era pura vehemencia por deformació­n profesiona­l. Esta fase de la vida en que uno procura la tranquilid­ad y el sosiego contrasta con la explosión juvenil de aquellos años ochenta en los que las anchas solapas y los pantalones acampanado­s eran símbolo de ruptura y protesta, pero también de una modernidad y un gozo rotundos.

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RP / GTRES
 ?? DANI DUCH ?? Arriba José Luis Fradejas en una imagen de finales de los setenta. Sobre estas líneas, en una foto reciente en Madrid
DANI DUCH Arriba José Luis Fradejas en una imagen de finales de los setenta. Sobre estas líneas, en una foto reciente en Madrid
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