La joven de Vila-real, otro posible asesinato
La Policía Nacional ha confirmado que la joven de 20 años de Vila-real (Castellón), que falleció el pasado sábado día 23 en una gasolinera de Benicàssim, pudo haber sido obligada a entrar “por la fuerza” en el turismo siniestrado, en el que también murió su ex pareja y el perro de la chica. El vehículo se estrelló contra un surtidor de gasolina y se incendió de inmediato. La policía no encontró huellas de frenado en el lugar del accidente, lo que motivó la investigación posterior, pero sí hallaron entre los restos una navaja con la que presuntamente el hombre intimidó a la chica, que paseaba con su perro, para entrar en el vehículo. Estos hechos, junto con las denuncias por agresión y la orden de alejamiento que pesaba sobre el ex novio, refuerzan la hipótesis de muerte por violencia de género. Fuentes de la investigación y del círculo cercano a la joven apuntan que ambos, residentes en Vila-real, habían formado pareja sentimental desde hace dos años pero rompieron la relación en noviembre, cuando empezaron los acosos del joven, con un intento de atropello, que fue denunciado por un familiar de la agredida. El Juzgado de Violencia sobre la mujer de Vila-real impuso al presunto agresor la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 200 metros y de comunicarse con ella por cualquier vía. Asimismo, se asignaron medidas de protección que asumió una agente de la policía local que precisamente llamó a la joven el día anterior de estos hechos.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Castellón, en funciones de guardia, investiga ahora las circunstancias en las que murieron los jóvenes. La madre y la hermana de la joven ratificaron que ésta había sido amenazada en varias ocasiones por su ex pareja. “Le dijo que mataría a su familia”, señaló su hermana. Compañeras del almacén de cítricos donde trabajaba la joven fallecida indicaron que ésta les había confesado en más de una ocasión los “problemas” con su expareja y que sentía mucho “miedo”.