La Vanguardia

El fútbol navideño es inglés

La Premier mantiene su tradición mientras el resto de Europa descansa

- CARLOS NOVO Madrid

El Boxing Day arrancó en Inglaterra con un maratón de partidos de la Premier que se alargará hasta el 8 de enero, cuatro jornadas de la Liga y una de la Copa mientras el resto de las grandes ligas europeas descansan por el parón navideño. En esta ocasión no fue un monopolio inglés, porque ayer también se jugó uno de los cuartos de final de la copa italiana a partido único, un Lazio-Fiorentina que hoy dará paso a todo a un Milan-Inter. Los otros dos cuartos de final, con Juventus y Nápoles en liza, quedan para el 2 y el 3 de enero. También hubo Copa ayer en Turquía, con un Galatasara­y-Bucaspor.

En España todos los intentos de que se juegue en Navidades han sido frenados por la AFE, el sindicato de futbolista­s. Los jugadores profesiona­les tienen actualment­e treinta días naturales de vacaciones que se distribuye­n entre Navidad y el verano. Javier Tebas, el presidente de la Liga, ya ha tirado la toalla en su intento de romper el tabú y no ceder más terreno ante la Premier inglesa.

Jaume Roures, el presidente de Mediapro, la empresa que tiene en España los derechos televisivo­s del fútbol de pago, tampoco está muy por la labor de jugar en estas fechas. “No son días de gran consumo televisivo y si tuviéramos algo parecido al Boxing Day las audiencias serían previsible­mente bajas”, sostiene.

En Inglaterra, los orígenes del Boxing Day se remontan casi al del propio fútbol. Se tiene noticia de que los dos equipos más antiguos del mundo, el Sheffield FC (fundado en 1857) y el Hallam FC (en 1860), jugaron el primer partido entre clubs el 26 de diciembre de 1860. Hay varias teorías que explican el significad­o del Boxing Day y ninguna tiene su origen en el boxeo y sí con la palabra box (caja en inglés). La teoría más avalada por los especialis­tas habla de la tradición que tenían los patronos ingleses de entregar a sus empleados, cada 26 de diciembre, una caja con regalos como compensaci­ón por haberles obligado a trabajar durante el día de Navidad.

Una variante de esta teoría asegura que los regalos consistían en las sobras de la comilona de Navidad del día anterior.

Otra teoría data del siglo X, cuando el rey Wenceslao paseaba por las calles de Londres y al ver a un indigente le ofreció pan y vino; de este modo se convirtió en una práctica habitual recolectar recursos para los más necesitado­s el 26 de diciembre.

Otra versión algo más moderna da un origen marítimo al Boxing Day. Se trataría de una tradición que se remonta al siglo XVI, en la época de las grandes exploracio­nes marítimas. Antes de zarpar cada navío, un cura subía a bordo de cada barco una caja de madera en la que los marineros echaban dinero a modo de ofrenda con la esperanza de poder así volver a casa sanos y salvos. La caja se sellaba al salir de puerto y se mantenía a bordo durante todo el viaje. Si la nave lograba volver a casa, se entregaba la caja al cura a cambio de que celebrara una misa de acción de gracias. El primer día después de la Navidad, el cura podía abrir la caja y repartir el dinero entre los pobres de la zona.

El Boxing Day de ayer tuvo como figura destacada a Harry Kane, que logró un hat trick y se convirtió en el máximo goleador de las grandes ligas en este 2017, rompiendo el duopolio que desde el 2010 mantenían Cristiano y Messi.

El protagonis­ta negativo fue José Mourinho y su Manchester United, sorprendid­o en Old Trafford por el modesto Burnley (2-2). El líder destacado, el Manchester City de Pep Guardiola, juega hoy a domicilio ante el Newcastle de Rafa Benítez y de ganar le sacaría quince puntos a sus vecinos.

El partido en Old Trafford fue de gran sufrimient­o para los red devils. Mourinho alinéó de salida a Ibrahimovi­c y Lukaku. A los tres minutos,

Kevin Long botó una falta y Ashley Barnes remató a bocajarro el 0-1. Para empeorar las cosas, en vez de la esperada reacción local llegó el segundo gol visitante, a los 36 minutos, un libre directo que Steven Defour clavó en la escuadra izquierda de David de Gea.

Mourinho comenzó el segundo tiempo con Jesse Lingard en lugar de Zlatan Ibrahimovi­c y todo ese periodo fue un ataque continuo del United ante un Burnley que apenas podía salir a la contra. El 1-2 fue obra de Lingard a los 52 minutos tras asistencia de Ashley Young. El empate final llegaría ya en el descuento, al aprovechar el propio Lingard un balón colgado al área visitante.

En el otro partido más interesant­e de la jornada, el Chelsea, el próximo rival del Barcelona en la Champions, se deshizo del Brighton por 2-0 en Stamford Bridge. Los goles de los blues tuvieron sabor español. Nada más comenzar el segundo tiempo marcó Morata a pase de Azpilicuet­a. En el 59 el centro fue de Cesc Fàbregas y el remate final de Marcos Alonso.

MARATÓN DE PARTIDOS Desde ayer y hasta el 8 de enero la Premier celebra cuatro jornadas de Liga y una de Copa; el convenio de los futbolista­s impide jugar en España

FRACASO DE MOURINHO El Manchester United empató en el último minuto en Old Trafford ante el modesto Burnley, mientras el Chelsea ganó en Stamford Bridge al Brighton

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