La normativa que esconde un forfait
El cierre de una estación por mal tiempo no da derecho a ninguna compensación
Acreditado y, a la vez, polémico. El forfait es el peaje que hay que pagar para el uso de los remontes mecánicos de una estación de esquí. No en vano, las pistas ofrecen en la actualidad un gran abanico de posibilidades a la hora de comprar un abono para la jornada blanca. Antes de utilizarlo, el aficionado deberá conocer las normas de uso que comportan.
Las estaciones de esquí se rigen por la ley de transporte por cable y, por tanto, han adaptado su legislación a las directivas europeas. El acceso a un remonte sólo se permite con la adquisición del título de transporte habilitado para ello, conocido como forfait. Las condiciones de uso son parte integrante del contrato y el usuario deberá respetarlas.
En este sentido, uno de los principales problemas al cual se enfrenta el esquiador es la suspensión de alguno de los remontes por condiciones climatológicas adversas, como la falta de nieve en alguna pista. El viento, uno de los mayores condicionantes por la posibilidad de descarrilamiento de los cables de algún remonte, puede derivar incluso en el cierre total de la estación a lo largo de la jornada.
Ante estadios de mal tiempo, los responsables de las estaciones tienen la obligación de avisar a los clientes antes de comprar los forfaits en las taquillas. Algunas pistas muestran implícitamente la normativa vigente, “el cierre de la estación, las interrupciones o la limitación de uso de pistas y remontes debida a causas técnicas, meteorológicas o de cualquier otra índole no darán derecho a ninguna compensación”.
La polémica está servida cuando el aficionado va al punto de información para que le devuelvan el importe de un forfait que apenas ha utilizado. Marta Viver, directora comercial de La Molina, explica que “cuando la estación tiene bastantes números de cerrar por mal tiempo, se avisa a los clientes antes de que compren el forfait. En caso de que la estación esté parcialmente cerrada se aplica una tarifa más económica”.
Al igual que Boí Taüll, los abonos de dos días adquiridos en taquillas de La Molina o a través de la web podrán usarse en días no consecutivos. “Si el cliente tiene un forfait de fin de semana y por el motivo que sea no quiere esquiar domingo, podrá utilizarlo otro día durante la temporada. Esta fórmula nos ha evitado muchos problemas”, añade Viver.
Y junto a los talonarios de forfaits no consecutivos, como parte de la oferta de muchas estaciones, la andorrana Grandvalira se convierte en uno de los únicos centros de esquí que sí canjea el forfait para otro día en caso del cierre de las instalaciones por tiempo adverso.
La Molina o Boí venden el forfait de dos días no consecutivos, y Grandvalira lo canjea por otro día