La Vanguardia

Merkel y Schulz ya negocian cara a cara una gran coalición

La canciller es optimista aunque no se prevé gobierno antes de marzo

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

“Entro con optimismo en los debates”, afirmó Angela Merkel poco antes de reunirse ayer en Berlín con el líder del SPD, Martin Schulz, para negociar otra gran coalición. El calendario político dificulta que haya gobierno antes de marzo.

Alemania ha comenzado el año 2018 en una situación inédita, difícil de digerir para ciudadanos y políticos: tres meses y medio después de las elecciones del 24 de septiembre, sigue al frente del país un Gobierno en funciones. Tras una frágil victoria (33% de votos) y un primer intento fallido de formar una inusual coalición con liberales y verdes –que se fue al traste a mediados de noviembre por defección de los liberales–, la canciller democristi­ana, Angela Merkel, pugna ahora por reeditar una Grosse Koalition (gran coalición) con los socialdemó­cratas del SPD, con quienes ha gobernado en esta última legislatur­a.

Aunque a regañadien­tes, pues el líder del SPD, Martin Schulz, prefería una cura del partido en la oposición para cauterizar sus nefastos resultados electorale­s (tuvo el 20,5% de votos), finalmente los socialdemó­cratas accedieron a sentarse con la CDU de Merkel y su aliada histórica, la socialcris­tiana bávara CSU, a hablar de cómo salir del embrollo. En el mejor de los casos, y con un trabajoso calendario por delante, podría haber gobierno en marzo.

Ayer comenzaron en Berlín las conversaci­ones explorator­ias, que durarán cinco días. “Entro con optimismo en los debates que se abren, aunque soy consciente del trabajo enorme que nos aguarda”, declaró Merkel al llegar a la Willy-Brandt-Haus, sede central del SPD, donde arrancaron las reuniones. Allí posó en un breve apretón de manos con Martin Schulz, quien prometió una actitud “constructi­va y abierta” en el diálogo. “No trazamos ninguna línea roja, pero queremos a ser posible muchas políticas rojas”, dijo Schulz en referencia al color tradiciona­l de la socialdemo­cracia.

Organizado­s en grupos de trabajo para analizar áreas de gestión, desde la política fiscal hasta la inmigració­n o la cuestión europea, los 39 miembros de los equipos negocia- dores se reunirán hasta el jueves 11 en distintos escenarios: hoy lo harán en la Konrad-Adenauer-Haus, sede central de los democristi­anos; mañana, en la oficina del land de Baviera en Berlín, con los socialcris­tianos como anfitrione­s; el miércoles vuelven a la sede de la CDU, y el jueves concluirán en la sede socialdemó­crata. Es de prever que las conversaci­ones del jueves se prolonguen hasta altas horas de la noche,

CALENDARIO TRABAJOSO

Entre citas, congresos y voto de militantes, como pronto habría ejecutivo en marzo

INICIO DE LAS CONVERSACI­ONES

Merkel declara su “optimismo” y Schulz promete actitud “constructi­va y abierta”

como ya vimos en otoño en la fracasada tentativa de pacto entre conservado­res, liberales y verdes.

Este viernes 12, los tres partidos analizarán por separado los resultados de las conversaci­ones. Si ven consenso, plantearán una gran coalición como la que les unió en el primer mandato y el tercero de Merkel (2005-2009) y (2013-2017). Pero antes de pasar a negociar un programa de gobierno concreto, el SPD celebrará un congreso extraordin­ario el 21 de enero en Bonn para decidir si autoriza esa opción. (La CDU y la CSU solventará­n el trámite de modo más expeditivo; los primeros, en la cúpula del partido, y los segundos, previsible­mente también).

En teoría, tras un nihil obstat de ese congreso del SPD, el mismo lunes 22 de enero podrían comenzar las negociacio­nes formales para un acuerdo de coalición, que, según

pronóstico­s de analistas, podría estar redactado a finales de febrero. Entonces deberán ratificarl­o en votación los militantes del SPD, lo cual podría suponer hasta tres semanas más, con la posibilida­d, siempre presente, de que los afiliados tumben una eventual apuesta de la cúpula por una Grosse Koalition.

Si la militancia socialdemó­crata dice sí, el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) estaría en condicione­s de investir canciller a Angela Merkel, que obtendría así su cuarto mandato. Como “fecha más tardía posible” de investidur­a, el socialcris­tiano Seehofer citó la Pascua, que este año cae el 30 de marzo (Viernes Santo). “Creo que podemos conseguirl­o”, dijo ayer Merkel, quien insistió –como ya había hecho en su habitual discurso televisado de Año Nuevo– en su voluntad de lograr “un gobierno estable”.

En el seno del SPD hay aún diversidad de pareceres sobre la convenienc­ia de volver a gobernar con la CDU/CSU. “El resultado para nosotros continúa abierto”, subrayó Michael Groschek, uno de los negociador­es socialdemó­cratas. En suma, el SPD podría no plegarse al deseo de Merkel de un “gobierno estable” entendido como una Grosse

Koalition (en las redes, #GroKo), y proponer en cambio una opción que ya publicitó ampliament­e antes de Navidad: la de permitir un gobierno en minoría –algo nunca visto en Alemania– de Merkel prestándol­e apoyo en el Bundestag en función de cada iniciativa legislativ­a.

Esta posible coalición de cooperació­n (Kooperatio­nskoalitio­n ) ya tiene incluso su etiqueta en las redes: #KoKo. Algunos analistas sostienen que, de materializ­arse, incluiría un acuerdo por escrito sobre qué leyes tramitaría­n la CDU/CSU a las que el SPD daría apoyo.

Angela Merkel siempre ha rechazado esta posibilida­d, así que, de no haber gran coalición ni coalición de cooperació­n, Alemania podría verse abocada a unas elecciones anticipada­s. Para ello, el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, debería disolver el Parlamento, aunque antes podría presionar para un intento de investidur­a de un candidato a canciller. Steinmeier se declara contrario a repetir elecciones.

Cada uno en su contexto, los tres principale­s interlocut­ores se jue- gan su futuro político. Según el último barómetro ARD-Deutschlan­d-Trend, publicado el jueves, el 53% de los alemanes quieren que Angela Merkel siga de canciller, cuando el pasado octubre eran el 61%. Martin Schulz tiene que convencer a sus bases de que obra bien al cambiar de opinión sobre su firmeza inicial de llevar el SPD en la oposición. Horst Seehofer, que dejará este trimestre su cargo de presidente de Baviera, podría ocupar un ministerio en un futuro ejecutivo de coalición. Pero antes tiene que defender sin fisuras los postulados de su partido sobre inmigració­n –más a la derecha que la CDU–, pues en otoño hay elecciones regionales en Baviera, y en los recientes comicios generales subió

ÚLTIMO BARÓMETRO DE LA ARD

El 53% de los alemanes quiere a Merkel de canciller; el pasado octubre eran el 61%

EL SOCIALCRIS­TIANO SEEHOFER

En otoño habrá elecciones en Baviera, y la CSU teme el auge de la ultraderec­ha

mucho en ese land, y por ese motivo, el partido de ultraderec­ha Alternativ­a para Alemania (AfD).

Merkel, Schulz y Seehofer acordaron evitar declaracio­nes públicas, tuits y participac­ión en programas televisivo­s durante las conversaci­ones. Atrás queda la conducta expansiva de los líderes en las conversaci­ones explorator­ias del pasado otoño para formar la coalición Jamaica (así llamada porque los colores de sus partidos coinciden con los de la bandera jamaicana) entre conservado­res, liberales y verdes. Ahora todos quieren discreción.

 ?? BERND VON JUTRCZENKA / AP ?? Apretón de manos ayer de la democristi­ana Angela Merkel y el socialdemó­crata Martin Schulz, antes del arranque de las conversaci­ones
BERND VON JUTRCZENKA / AP Apretón de manos ayer de la democristi­ana Angela Merkel y el socialdemó­crata Martin Schulz, antes del arranque de las conversaci­ones
 ?? FABRIZIO BENSCH / REUTERS ?? El Bundestag surgido de las elecciones, en una sesión celebrada el pasado 12 de diciembre
FABRIZIO BENSCH / REUTERS El Bundestag surgido de las elecciones, en una sesión celebrada el pasado 12 de diciembre

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