La Vanguardia

El Real Madrid empata y queda a 16 puntos del FC Barcelona

Messi y Luis Suárez deciden con sus goles un nuevo triunfo de un líder fiable

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

En tiempo de novedades y de cromos por estrenar, el Barça tiró de sus valores más seguros para certificar otro triunfo en el campeonato. En una época de cambios por el mercado de invierno el equipo azulgrana consolidó sin grandes alardes su privilegia­da posición en la clasificac­ión de la mano de dos de sus clásicos, Lionel Messi y Luis Suárez, que ya suman 16 y 11 tantos en esta Liga y que decidieron el partido antes de que Paulinho pusiera la guinda final. Pasan los años y el argentino, que también dio el tercer gol, continúa con un hambre voraz. Ayer cumplía su partido 400 en la Liga y celebró la diana que abrió el marcador como si se tratara de su debut. Como si en vez de Leo hubiera marcado Dembélé, que se reencontró con el Camp Nou y lo hizo como titular. Para no ser menos Suárez acompañó en la puntería a su amigo y dejó casi resuelto el partido cerca del descanso.

Ya van cinco jornadas seguidas en las que Luisito ve puerta, con lo que se puede decir bien alto que el uruguayo ha dejado atrás la crisis de confianza que le desesperó hace unos meses. Un problema que nunca ha tenido un enorme Ter Stegen que, una semana más, fue pieza importante al cortar cualquier intento de reacción del un digno Levante con un par de paradas notables.

Estaba el público (poco otra vez) muy pendiente de Dembélé, que se incrustó primero en la derecha y luego en la izquierda del ataque, e incluso de Mascherano, en uno de sus últimos partidos en el club antes de marcharse a China, pero los que resolviero­n fueron los que casi nunca fallan. La gente que había decidido desafiar a la amenaza de lluvia tenía ganas de ver al extremo francés. Quería aplaudirle y gozar con sus jugadas. Pudo hacerlo de manera parcial. Porque Dembélé mostró gotas de sus posibilida­des, con cabalgadas interesant­es, chuts lejanos incluidos, pero se le vio también sin sexta marcha y un punto perdido dentro del engranaje.

Es lógico y normal.

En cambio, quienes saben todos los mecanismos de memoria son hombres como Messi, Suárez, Jordi Alba y Sergi Roberto. Ante un Levante que entró en el partido con ardor guerrero y buenas piernas a la contra ellos cuatro se las ingeniaron para marcar la diferencia. Le costó unos minutos al líder, con nueve cambios en la alineación con respecto a la Copa, entrar en combustión pero cuando lo hizo comenzó a fabricar ocasiones. Sobre todo, tras el 1-0. Una penetració­n por el vértice izquierdo de Messi, que levantó la mirada y, cómo no, encontró por ese flanco a Jordi Alba. El lateral le devolvió el balón con la cabeza y el rosarino empalmó a la red con una volea en la que tuvo una pizca de suerte. Nueva conexión vital entre los dos. Otro gol que

SOCIEDADES DECISIVAS Por la derecha conectaron Luis Suárez y Sergi Roberto y por la izquierda Jordi Alba y Messi

PROTAGONIS­TAS Dembélé se reencontró con el Estadi, Ter Stegen volvió a ejercer de salvador y Paulinho cazó otro gol

nace de una asociación ilimitada. Claro que por el otro lado Sergi Roberto y Suárez empiezan a entenderse con los ojos cerrados. El de Reus asistió de primeras al charrúa, que controló con la izquierda y empaló con la derecha el segundo de la tarde. Dos goles, dos voleas y dos jugadas elaboradas una en cada banda. Una gran noticia para Valverde que su equipo equilibre el campo, sin irrumpir mucho más por un lado que por el otro.

Al descanso se llegó con 2-0 y una buena ración de entretenim­iento, el que no se produjo tras el entreacto, cuando el Barcelona bajó sus revolucion­es. Antes es verdad que, a campo abierto, el Levante había puesto en problemas a Vermaelen y Mascherano, muy concentrad­o. Pero también que el Barça había gozado de ocasiones para conseguir un resultado más abultado. Sin embargo, de regreso de los vestuarios, el líder salió contempori­zador y en modo avión. Sin acelerar. Circunstan­cia que aprovechó el Levante, agresivo a la hora de repartir, para merodear por el área de Ter Stegen. El alemán se vio obligado a realizar dos intervenci­ones de mérito. Una mano a chut de Ivi y un acción con el pie en la que salvó un gol cantado de Shaq Moore. El Barça había perdido el hilo y Valverde optó por los relevos, dando minutos a Semedo, lo que conllevó la subida a la medular de Sergi Roberto. Buscaba robustecer a su equipo, que no generaba en esa fase peligro salvo en jugadas puntuales, como un remate de Suárez que desbarató Oier.

El técnico azulgrana logró que su conjunto recobrara la concentrac­ión y el Barça ya no pasó más apuros, con lo que el momento se tornó ideal para premiar a José Arnaiz, que hizo su puesta de largo en Primera tras brillar en la Copa del Rey. Se había ganado el crédito. Como Paulinho, que cazó otro balón para hacer el último gol. Otro valor que se ha convertido en seguro.

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 ?? CÉSAR RANGEL ?? En racha. Luis Suárez, que ha marcado en sus últimos 5 partidos, saluda a su familia
CÉSAR RANGEL En racha. Luis Suárez, que ha marcado en sus últimos 5 partidos, saluda a su familia
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