Feijóo ya apuntó el freno al acuerdo
Si hay un gobierno constitucionalista en Catalunya, es muy probable que haya un sistema de financiación. Si por el contrario hay un gobierno independentista es prácticamente imposible que haya un sistema de financiación”, afirmó Alberto Núñez Feijóo en el Parlamento de Galicia el 20 de diciembre, la víspera de que el secesionismo revalidase su mayoría parlamentaria. El presidente de la Xunta hizo estas afirmaciones en una respuesta al portavoz del PSdeG-PSOE, Xoaquín Fernández Leiceaga, para fustigarle por la negativa expresada durante la campaña por el candidato del PSC, Miquel Iceta, a apoyar una eventual investidura de la aspirante de Cs, Inés Arrimadas, lo que, insinuó Feijóo, le volvería a dar el poder al independentismo.
En cualquier caso, los resultados del 21-D anuncian el segundo escenario apuntado por el presidente de la Xunta, en el que, según él, seguiría sin acordarse un nuevo modelo de financiación, pese a estar pendiente desde el 2014. Es un escenario negativo para las arcas de la Administración gallega en la medida en que se espera que un pacto suponga que el Gobierno inyecte fondos suplementarios para compensar los rigores de los peores momentos de la crisis.
Sin embargo, desde el punto de vista político el nuevo retraso en la negociación no parece tan perjudicial para una Xunta que así puede seguir culpando al independentismo y se evita afrontar una negociación muy complicada ante las demandas de las autonomías con peor financiación y el lastre, ya advertido por Feijóo, que supone que la población gallega se redujese en un 2,8% desde el 2008. Feijóo rechaza condonar la deuda a las autonomías incumplidoras y reclama compensaciones para las que, como Galicia, cumplieron, lo que le supuso perder financiación al acceder a recursos extraordinarios, según Leiceaga. / Anxo Lugilde
Galicia afrontaría la negociación lastrada por la pérdida de población y pidiendo compensaciones