La N-340 sigue en espera
El desvío del tráfico pesado en los tramos del Ebro y Tarragona sin autovía se anunció para el 1 de enero pero Fomento no concreta la fecha
La elevada siniestralidad de la N-340 a su paso por las Terres de l’Ebre y Tarragona sigue esperando una solución tras años de manifestaciones, muertes y cortes de carreteras. La Generalitat y el Ministerio de Fomento acordaron el pasado verano el desvío obligatorio y bonificado de todos los camiones a partir del 1 de enero de 2018 en aquellos tramos sin ninguna alternativa de vía rápida y gratuita: entre Vinarós (Castellón) y l’Hospitalet de l’Infant y Altafulla y Vilafranca del Penedès. El pacto no se ha concretado y Fomento, que asegura que sigue trabajando para hacerlo realidad cuanto antes, no se atreve a fijar ninguna nueva fecha.
Hasta ahora la única actuación para intentar atajar el alud de accidentes mortales y graves, muchos con camiones implicados, ha consistido en crear nuevas rotondas y prohibir los adelantamientos en la mayoría de tramos, pintando líneas continuas. La indignación de los alcaldes de los 25 municipios afectados y sus vecinos ha llegado a tal saturación que han desistido incluso de hacer más manifestaciones.
Íñigo de la Serna, ministro de Fomento, aseguró en diciembre, de visita en Tarragona en plena campaña electoral, que estaban “trabajando intensamente” para hacer efectivo el desvío de los camiones en la mayor brevedad posible, aunque no quiso concretar calendario. Fuentes de Fomento consultadas ahora por este diario aseguran que no hay ninguna novedad al respecto.
Mientras tanto, siguen los accidentes en una N-340 peligrosa, obsoleta y saturada por la elevada presencia de tráfico pesado. El último sinistro, el pasado viernes, con un camionero herido de gravedad al volcar en l’Aldea (Baix Ebre). Pocos días antes una pareja falleció y sus dos hijos resultaron heridos en Vinaròs, a muy pocos kilómetros de distancia, al chocar también con un camión. El desvío obligatorio permitirá, si se hace efectivo, sacar cada día unos 4.000 vehículos pesados de la vieja carretera nacional para hacerlos transitar por la AP-7.
Además del calendario otras incógnitas siguen planeando sobre el futuro de la N-340. Aunque Fomento, titular de la vía, pactó con la Generalitat una bonificación del peaje de la AP-7 del 42,5% para los camiones en tránsito y del 50% para los desplazamientos locales, los transportistas ya han expresado su desacuerdo; el sector exige una bonificación que llegue como mínimo al 70%, como se ha hecho en otras regiones españolas donde se ha aprobado el desvío obligatorio por autopista. Con la oposición de los transportistas, con una gran capacidad de presión, parece complicado poder aplicar el desvío sin generar conflictos.
La actuación, con el beneplácito de los alcaldes afectados, incluye también una bonificación del 100% del peaje para los turismos que realicen trayectos de ida y vuelta en un margen de 24 horas entre las salidas de Vilafranca Sud (Alt Penedès) y Alcanar (Montsià). Los vecinos siguen exigiendo la gratuidad total y sin limitaciones de la AP-7.