Nada previsibles
Los Alt-J debutan como grupo en Barcelona presentando su nuevo álbum ‘Relaxer’
Desde que los Alt-J editaron en el 2012 su primer álbum, An awesome wave, ya quedó claro de que el cuarteto (ahora trío, tras la marcha de Gwil Sainsbury hace tres temporadas) británico tenía algo especial. Han pasado algunos años y la banda se ha afianzado como una de las referencias de lo que se suele calificar de art rock, como sinónimo en este caso de algo ni obvio ni trillado.
Con aquel primer disco la expectación fue enorme y también premiada, y aquella estela permanece intacta, tal como demostró la expectación que acompañó la salida al mercado de su tercer álbum Relaxer, que es el motivo precisamente de su presencia esta noche en el escenario del Sant Jordi Club.
Joe Newman (en la imagen), Gus Unger-Hamilton y Thom Green conforman, pues, una banda cuyo uno de sus objetivos principales es deleitar al aficionado con lo inesperado sonoramente hablando. Esto lo han conseguido plenamente en su citada última entrega discográfica –que es la razón por la que finalmente debutarán como grupo en un escenario de la capital catalana– confeccionada sin línea argumental pero sí con un escenario general sonoro de perfiles cinemáticos, grandilocuentes en el sentido literal del término, transportando al oyente a una fascinante dimensión musical en constante elaboración.
Esta capacidad de sorprender al aficionado requiere una elaboración minuciosa de las composiciones del grupo, cuyo tránsito de los discos al directo no suele afectar en la calidad y minucioso atractivo de estas.