Un pésimo inicio condena a la Penya en la visita del Madrid a Badalona
La derrota del pasado jueves en la pista del Movistar Estudiantes, en un partido en el que la Penya no pudo mantener una ventaja de 18 puntos en el tercer cuarto y cayó luego en la prórroga, hizo daño al equipo verdinegro, que no salió con la mentalidad adecuada para plantar cara a un Real Madrid con velocidad de crucero a pesar de las lesiones. El Divina Seguros Joventut sólo estuvo por delante con el 2-0 y muy pronto su entrenador, Diego Ocampo, tuvo que pedir un tiempo en el que exigió a sus jugadores “más físico, más intensidad”. Los verdinegros ya perdían por 2-10 por culpa de su nefasto acierto en el lanzamiento de salida (1/10) y la ventaja visitante fue creciendo hasta el 4-24 (8m20s), prácticamente la misma que se mantuvo con el resultado definitivo (66-84).
No es necesario aclarar que el partido fue un paseo para el Real Madrid, que hizo lo que quiso en la pista. Lógicamente, el equipo catalán fue distinto a partir del minuto 10 (6-26). Al menos peleó y redujo un poco la diferencia en el descanso (26-39) gracias a los puntos de Wayns, que acabó siendo el máximo anotador con 22. La reacción del conjunto de Badalona llegó hasta el 36-44 del minuto 23, al que siguió un parcial de 5-20 en una buena fase de Yusta (4/6 triples) y Tavares, que mandó sin discusión en la zona. De hecho, sus 8 puntos llegaron gracias
SIN OPOSICIÓN
Los madridistas ya tenían en el primer cuarto una ventaja de 20 puntos, que casi se mantuvo al final
a cuatro mates. Los madridistas no quisieron ensañarse (4/12 tiros libres) y permitieron que los badaloneses suavizaran un poco su derrota. Ahora, con un balance de 4-11, están igualados con el Burgos y el Betis.