¿Competir o colaborar?
La industria del automóvil se inclina por reforzar alianzas con las TIC para encarar el futuro
Si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él. La transformación del automóvil hace ya tiempo que ha puesto en alerta a su industria. Para que el nuevo ecosistema que se está configurando en base a la conectividad, la electromovilidad y la conducción autónoma no sea dominado por los gigantes tecnológicos, los fabricantes tradicionales deben estrechar sus alianzas con las cada vez más numerosas compañías que trabajan en el desarrollo de estas nuevas tecnologías y de sus servicios asociados, las TIC. Esta es la opinión predominante y creciente entre los 903 directivos del sector y 2.100 usuarios de 43 países que han participado en el informe global de automoción de la consultora KPMG del 2018.
La colaboración de los fabricantes de coches con las TIC puede verse en los principales salones de automóviles y también en las ferias tecnológicas. Precisamente esta semana tiene lugar en Las Vegas el CES, una de las grandes citas de la electrónica de consumo del mundo, en la que la automoción tendrá un peso especial. Volkswagen, Mercedes-Benz, Toyota, Hyundai, Nissan o Kia han anunciado su presencia junto a start-ups aliadas. Preguntados por si las empresas tecnológicas y las de automoción deben competir o cooperar, el 49% de los participantes en el informe de KPMG contesta lo primero y el 51% lo segundo. La presente edición es la primera de un total de 19 en que el enfoque cooperativo se pone por delante del competitivo. Hay, sin embargo, importantes diferencias regionales. Mientras que los encuestados de mercados maduros como América del Norte y Europa Occidental aún tienden más a la competencia (59% y 56%, respectivamente), el 71% de los ejecutivos chinos apuestan por la colaboración. También hay variaciones según la actividad. El 55% de los entrevistados en todo el mundo que trabajan en fabricantes de vehículos prefieren la cooperación, mientras que el 57% de los proveedores cree que la competencia es lo correcto.
El 80% de los ejecutivos están convencidos de que en 2025 los players digitales comercializarán automóviles o servicios de movilidad a gran escala bajo su propia marca, pero se espera que dependan de fabricantes de equipos originales tradicionales. Sólo el 7% cree que estas firmas tecnológicas querrán participar en el complejo proceso de fabricación de un coche. Escalar la producción para satisfacer la demanda es el principal escollo.
“Los cincuenta grandes fabricantes de automóviles representan un 20% de la capitalización bursátil de las 15 mayores empresas tecnológicas mientras que en el 2010 suponían un 40%”, destaca Francisco Roger, socio responsable de automoción de KPMG en España. En su opinión, esto “muestra claramente que las empresas digitales están jugando en una liga financiera totalmente diferente” y que “sobre todo en el caso de los fabricantes generalistas no existe más alternativa que las colaboraciones si no quieren perder la batalla por la supervivencia frente a los gigantes tecnológicos”. Aunque “los proveedores premium están mejor posicionados –añade–, ellos también han reconocido el signo de los tiempos y han colaborado con servicios de mapas o con estaciones de carga para vehículos eléctricos”.
La pérdida de peso de Europa Occidental en la industria global del automóvil es otro de los elementos destacados del informe. El 74% de los encuestados cree que en el 2030 tan sólo concentrará como mucho el 5% de la producción mundial cuando hoy representa el 16%.
La movilidad del futuro pasa por la transición hacia nuevas formas de propulsión, con mayor protagonismo de la electromovilidad, que no logrará imponerse hasta que las infraestructura de recarga sean suficientes. En este camino convivirán las distintas tecnologías. Según los consultados, en el 2040 habrá un equilibrio entre los vehículos eléctricos puros (26%), los eléctricos de pila de combustible (25%), los de combustión interna (25%) y los híbridos (24%).
También cambiará la propiedad y la comercialización. El 55% de los entrevistados estaría dispuesto a ceder su coche si pudiera acceder a una oferta compartida más amplia y fácil de usar. Asimismo, el 56% de los directivos del sector prevé que el número de concesionarios se reduzca entre un 30% y un 50% de aquí al 2025. El 80% ve como única alternativa que se conviertan en centros de servicios o de vehículos de segunda mano. También el 80% cree que el uso de los datos extraídos del coche será la base del futuro modelo de negocio de la industria del automóvil, aún por monetizar. En este campo, la seguridad cibernética será clave. Y ahora, para este cometido, los fabricantes de coches se consideran a sí mismos más fiables que los players digitales.
COMBATE ECONÓMICO DESIGUAL Los fabricantes de coches pierden peso frente a las TIC en capitalización bursátil
EUROPA OCCIDENTAL, A LA BAJA En el 2030 concentrará menos del 5% de la producción mundial (hoy supone el 16%)