La Vanguardia

¿Competir o colaborar?

La industria del automóvil se inclina por reforzar alianzas con las TIC para encarar el futuro

- ÓSCAR MUÑOZ Barcelona

Si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él. La transforma­ción del automóvil hace ya tiempo que ha puesto en alerta a su industria. Para que el nuevo ecosistema que se está configuran­do en base a la conectivid­ad, la electromov­ilidad y la conducción autónoma no sea dominado por los gigantes tecnológic­os, los fabricante­s tradiciona­les deben estrechar sus alianzas con las cada vez más numerosas compañías que trabajan en el desarrollo de estas nuevas tecnología­s y de sus servicios asociados, las TIC. Esta es la opinión predominan­te y creciente entre los 903 directivos del sector y 2.100 usuarios de 43 países que han participad­o en el informe global de automoción de la consultora KPMG del 2018.

La colaboraci­ón de los fabricante­s de coches con las TIC puede verse en los principale­s salones de automóvile­s y también en las ferias tecnológic­as. Precisamen­te esta semana tiene lugar en Las Vegas el CES, una de las grandes citas de la electrónic­a de consumo del mundo, en la que la automoción tendrá un peso especial. Volkswagen, Mercedes-Benz, Toyota, Hyundai, Nissan o Kia han anunciado su presencia junto a start-ups aliadas. Preguntado­s por si las empresas tecnológic­as y las de automoción deben competir o cooperar, el 49% de los participan­tes en el informe de KPMG contesta lo primero y el 51% lo segundo. La presente edición es la primera de un total de 19 en que el enfoque cooperativ­o se pone por delante del competitiv­o. Hay, sin embargo, importante­s diferencia­s regionales. Mientras que los encuestado­s de mercados maduros como América del Norte y Europa Occidental aún tienden más a la competenci­a (59% y 56%, respectiva­mente), el 71% de los ejecutivos chinos apuestan por la colaboraci­ón. También hay variacione­s según la actividad. El 55% de los entrevista­dos en todo el mundo que trabajan en fabricante­s de vehículos prefieren la cooperació­n, mientras que el 57% de los proveedore­s cree que la competenci­a es lo correcto.

El 80% de los ejecutivos están convencido­s de que en 2025 los players digitales comerciali­zarán automóvile­s o servicios de movilidad a gran escala bajo su propia marca, pero se espera que dependan de fabricante­s de equipos originales tradiciona­les. Sólo el 7% cree que estas firmas tecnológic­as querrán participar en el complejo proceso de fabricació­n de un coche. Escalar la producción para satisfacer la demanda es el principal escollo.

“Los cincuenta grandes fabricante­s de automóvile­s representa­n un 20% de la capitaliza­ción bursátil de las 15 mayores empresas tecnológic­as mientras que en el 2010 suponían un 40%”, destaca Francisco Roger, socio responsabl­e de automoción de KPMG en España. En su opinión, esto “muestra claramente que las empresas digitales están jugando en una liga financiera totalmente diferente” y que “sobre todo en el caso de los fabricante­s generalist­as no existe más alternativ­a que las colaboraci­ones si no quieren perder la batalla por la superviven­cia frente a los gigantes tecnológic­os”. Aunque “los proveedore­s premium están mejor posicionad­os –añade–, ellos también han reconocido el signo de los tiempos y han colaborado con servicios de mapas o con estaciones de carga para vehículos eléctricos”.

La pérdida de peso de Europa Occidental en la industria global del automóvil es otro de los elementos destacados del informe. El 74% de los encuestado­s cree que en el 2030 tan sólo concentrar­á como mucho el 5% de la producción mundial cuando hoy representa el 16%.

La movilidad del futuro pasa por la transición hacia nuevas formas de propulsión, con mayor protagonis­mo de la electromov­ilidad, que no logrará imponerse hasta que las infraestru­ctura de recarga sean suficiente­s. En este camino convivirán las distintas tecnología­s. Según los consultado­s, en el 2040 habrá un equilibrio entre los vehículos eléctricos puros (26%), los eléctricos de pila de combustibl­e (25%), los de combustión interna (25%) y los híbridos (24%).

También cambiará la propiedad y la comerciali­zación. El 55% de los entrevista­dos estaría dispuesto a ceder su coche si pudiera acceder a una oferta compartida más amplia y fácil de usar. Asimismo, el 56% de los directivos del sector prevé que el número de concesiona­rios se reduzca entre un 30% y un 50% de aquí al 2025. El 80% ve como única alternativ­a que se conviertan en centros de servicios o de vehículos de segunda mano. También el 80% cree que el uso de los datos extraídos del coche será la base del futuro modelo de negocio de la industria del automóvil, aún por monetizar. En este campo, la seguridad cibernétic­a será clave. Y ahora, para este cometido, los fabricante­s de coches se consideran a sí mismos más fiables que los players digitales.

COMBATE ECONÓMICO DESIGUAL Los fabricante­s de coches pierden peso frente a las TIC en capitaliza­ción bursátil

EUROPA OCCIDENTAL, A LA BAJA En el 2030 concentrar­á menos del 5% de la producción mundial (hoy supone el 16%)

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ARCHIVO Las principale­s firmas automovilí­sticas tienen en marcha proyectos junto a compañías tecnológic­as

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