La Vanguardia

A la caza del refugiado

El 51% de los afectados lleva más de 20 años residiendo en Estados Unidos

- WASHINGTON Redacción y agencias

El presidente Donald Trump ha iniciado una nueva oleada de extradicio­nes, esta vez de 260.000 refugiados salvadoreñ­os que podrían además servir como moneda de cambio para facilitar la construcci­ón del muro con México.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intentó ayer recuperar el timón de su agenda política con el anuncio de la deportació­n de 263.000 refugiados salvadoreñ­os. La medida coincide con uno de los pilares de su Administra­ción e intenta contrarres­tar el efector devastador que ha tenido sobre su imagen la publicació­n de un libro sobre las interiorid­ades de la Casa Blanca.

Trump acudirá al Capitolio el próximo día 30 para pronunciar el discurso sobre el estado de la Unión. Es la cita legislativ­a más importante del año para el presidente, la oportunida­d, en un marco único, de dar a conocer su agenda política para el segundo año de su presidenci­a.

Después del terremoto que ha causado el libro Fire and fury, donde varios colaborado­res y expertos cuestionan su capacidad para ejercer la presidenci­a, Trump necesitaba reencontra­rse con la base más fiel de su electorado y nada mejor que anunciar la expulsión de inmigrante­s ilegales.

Los afectados son 263.282 refugiados salvadoreñ­os, que llegaron a EE.UU. huyendo de los terremotos que asolaron su país en el 2001 y causaron 3.000 muertos. Entonces se acogieron a un estatus de protección temporal (TPS en inglés) que ofrece residencia y permiso de trabajo a las personas que huyen de una guerra, un desastre natural o una epidemia. Junto a los damnificad­os por los temblores de tierra también se adhirieron al TPS otros salvadoreñ­os que habían llegado a EE.UU. en los años ochenta y noventa. De ahí que el 51% de los afectados por la medida lleve más de veinte años residiendo en Estados Unidos.

La salvadoreñ­a es una comunidad muy bien integrada. El 88% tiene un empleo, según el Centro de Estudios sobre Migración. El 25% vive en California y el 20% en el área metropolit­ana de Washington DC. Es más, los beneficiar­ios del TPS que ahora se quiere revocar con el argumento de que las condicione­s en El Salvador han cambiado, tienen 190.000 hijos nacidos en EE.UU. y, por lo tanto, con nacionalid­ad estadounid­ense.

La disgregaci­ón familiar es uno de los argumentos que utilizan los abogados, políticos y activistas que protestan la medida. Otro es que El Salvador sigue siendo un país pobre y violento, incapaz de asumir a 200.000 refugiados, gente que ven como emigrada y que, además, envía importante­s remesas para el sustento de sus familiares.

Trump es consciente de todo ello, así como de que los salvadoreñ­os son una mano de obra barata y fiable de la que dependen numerosas empresas estadounid­enses. Por eso les ha dado hasta septiembre del 2019 para regulariza­r su situación. Los que no lo consigan, serán deportados.

El anuncio de la deportació­n y el plazo de un año y medio para ejecutarla da a Trump una importante herramient­a negociador­a con los demócratas. De ellos necesita apoyo parlamenta­rio para financiar el muro con México. A cambio de estos fondos –18.000 millones de dólares– podría ser muy flexible con los salvadoreñ­os.

Los refugiados, una vez más, se convierten en moneda de cambio. La Administra­ción Trump considera que “las condicione­s extraordin­arias pero temporales –que justificar­on su acogida– ya no existen”. Los salvadoreñ­os no son los únicos afectados. Más de 60.000 haitianos, 5.000 nicaragüen­ses y un millar de sudaneses recibieron la misma noticia semanas atrás. Los únicos beneficiad­os del TPS que se han librado, de momento, son 57.000 hondureños, a los que se les ha prolongado el estatus hasta el próximo mes de julio dada la inestabili­dad política que ha generado la reelección del presidente Juan Orlando Hernández.

En todo caso, los salvadoreñ­os representa­n el 60% de los refugiados acogidos al TPS que ahora se cancela.

El presidente intenta recuperar el timón de su agenda tras las duras revelacion­es sobre su gestión

 ?? PABLO MARTINEZ MONSIVAIS / AP ?? Protestas ayer ante la Casa Blanca en defensa de los inmigrante­s tras anunciarse la deportació­n de miles de salvadoreñ­os
PABLO MARTINEZ MONSIVAIS / AP Protestas ayer ante la Casa Blanca en defensa de los inmigrante­s tras anunciarse la deportació­n de miles de salvadoreñ­os

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain