Los presos de ETA se abren a admitir “el daño causado”
El colectivo plantea un “diálogo constructivo” con las víctimas
Reconocer el daño causado a cambio de una mejora de su situación penitenciaria. El colectivo de presos de ETA (EPPK) está dispuesto a asumir su responsabilidad en los atentados cometidos así como a reunirse con víctimas de la banda para fomentar una “convivencia sin reproches”, en un movimiento que busca a su vez mejorar las condiciones carcelarias de los reclusos. Según explicó ayer el Foro Social, los presos han solicitado, además, trabajar en las cárceles, algo anteriormente prohibido por la dirección de la banda terrorista.
En un encuentro de cuarenta minutos que tuvo lugar el sábado en la cárcel de Granada, el portavoz del colectivo de los reclusos, José Antonio Olarra Guridi, comunicó a Agus Hernan, coordinador de la plataforma para impulsar el proceso de paz, los próximos objetivos de los presos de ETA. “Lo que nos trasladó es la voluntad de reconocer el daño causado a las víctimas y el sufrimiento que han padecido así como de establecer marcos de diálogo con ellas”, explicó ayer Hernan.
El Foro Social asegura que el colectivo pretende establecer un “necesario marco de diálogo constructivo que hasta ahora nunca ha existido” y que debe “huir de la dinámica de reproches”. En ese sentido, los reclusos apuntan a los denominados “foros de convivencia locales” en los que, en algunos municipios de Gipuzkoa, víctimas y expresos mantienen encuentros donde, según resalta el colectivo, se están logrando “espacios de escucha mutua y de empatía con el dolor del otro”.
Por otro lado, Olarra Guridi, exdirigente de ETA, informó al representante del Foro Social de que los presos de la banda han puesto en marcha iniciativas individuales para disfrutar de beneficios penitenciarios y mejorar su situación, un movimiento tradicionalmente prohibido en el seno del grupo, como solicitar “destino”, es decir, trabajar en prisión. La petición, solicitada en veinte cárceles, ha sido aceptada en la mayoría de los casos.
Los presos han pedido a su vez el paso del primer al segundo grado penitenciario, pero, según transmitió Olarra Guridi, la gran parte de las solicitudes han sido denegadas al proceder de un miembro de “una organización terrorista no disuelta”. “Se está convirtiendo en un cuello de botella para poder iniciar un recorrido jurídico dentro de la prisión y acceder a beneficios”, critica el colectivo.
Durante la reunión del pasado fin de semana, Olarra Guridi insistió en el “interés” de los presos por “realizar aportaciones constructivas en este momento político que se va a consolidar en los próximos meses”, lo que incluye la “clara voluntad” de los reclusos en participar en las conversaciones que el propio Foro mantiene con los partidos políticos y los Gobiernos de Euskadi y Navarra así como de “colaborar” en una “hoja de ruta transversal y con plazos razonables” para la excarcelación de los presos, donde se incluye su “total disposición” a “reconocer el daño causado”.
A pesar de la intención de los reclusos fue valorada como una noticia positiva, el PNV subrayó que lo que los presos de ETA deben admitir es el “daño injusto causado” ya que éste no fue “una actitud en sentido de igualdad y de un daño mutuo”. “No tiene justificación que se produjera contra determinadas personas, asesinando y extorsionando durante años y años”, destacó ayer el portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban. El movimiento del colectivo de presos sigue al anuncio del Foro de la semana pasada según el cual la disolución de ETA se producirá antes de mediados de julio.
Los reclusos etarras, que buscan mejorar su situación penitenciaria, acceden a trabajar en las cárceles