Conmoción en Bilbao por el asesinato de un futbolista a manos de dos menores
El crimen reabre el debate sobre la responsabilidad penal en la edad infantil
Dos menores están detrás del homicidio de Urren. La Ertzaintza identificó ayer a dos jóvenes como los presuntos autores de la muerte de Ibon Urrengoetxea, que falleció el pasado 23 de diciembre después de ser atracado en pleno centro de Bilbao. La agresión mortal al vecino de Amorebieta y exfutbolista del club local ha conmocionado a la capital vizcaína y abre de nuevo el debate sobre la responsabilidad penal de los menores, más cuando uno de los implicados tan solo tiene 13 años, edad por la que no puede ser imputado.
Sobre las cuatro y veinte de la madrugada de aquel sábado, tras celebrar una comida navideña con los compañeros de trabajo, Urrengoetxea, de 43 años y padre de una niña de cinco, se dirigió hacia la plaza Circular para coger un taxi y regresar a casa. Según la investigación de la Ertzaintza, basada en el análisis de las cámaras de seguridad de la zona y la declaración de los testigos, los dos implicados se le acercaron con la intención de robarle. Ambos le pidieron un cigarro y le dieron unos abrazos, el modus operandi habitual de estos jóvenes para calibrar el estado de embriaguez de sus víctimas y robarles de forma disimulada.
En ese momento, Urrengoetxea, al percatarse de que estaba siendo víctima de un atraco, se revolvió contra los asaltantes. Uno de ellos le pegó entonces una patada y lo derribó. El informe preliminar de la autopsia apunta a que, al caer, la víctima se golpeó la cabeza contra el suelo, siendo éste el motivo de su muerte. Aunque al principio se especulara sobre ello, parece descartado que los jóvenes propinaran patadas a Urrengoetxea cuando éste estaba en el suelo y, de hecho, según la investigación, los jóvenes huyeron asustados con su cartera al ver el cuerpo inerte. El trabajo de la Policía vasca ha permitido dar con los asaltantes a pesar de que ambos cambiaron su aspecto para tratar de no ser encontrados. El menor de 13 años acudió la semana pasada junto a sus padres a la comisaría de la policía vasca en Deusto y, al igual que el otro implicado, pertenece a un grupo de jóvenes que roban en el centro de Bilbao.
En el caso del implicado de 13 años en el homicidio, debido a su edad, legalmente no solo no se le puede imputar juzgar, sino que ni siquiera puede ser interrogado. Por su parte, el segundo implicado en los hechos se entregó ayer por la tarde en el Juzgado de Guardia
De los dos implicados, el de 13 años no puede ser ni interrogado mientras que el de 16 se entregó ayer
donde, posteriormente, prestó declaración. Al tener 16 años, sí podrá ser imputado.
El caso ha suscitado un amplio debate sobre la edad penal. Según dictamina la ley, una persona no es responsable penalmente de sus actos hasta los 14 años, por lo que uno de los jóvenes implicados en la muerte de Urrengoetxea no podrá ser imputado y será la Fiscalía de Menores, que comanda la investigación del homicidio, la que decidirá la medida que se le impone, que en ningún caso será punitiva. La polémica ha llegado al terreno político pero, desde el PNV, ratificaron su conformidad con la actual ley y califican este caso de “excepcional”. “La edad está bien fijada en los 14 años, que ya es ser terriblemente joven”, opinó ayer el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. “¿Hasta qué edad lo vamos a llevar, hasta los 10, los 8?”, se preguntó en los micrófonos de la radio pública vasca.
La supuesta agresión sexual de cuatro menores a una joven en Barakaldo el 29 de diciembre ya había puesto el foco sobre las penas a menores y su cumplimiento íntegro.