En Globo hacia la gloria del Oscar
Las coincidencias del 2017 reafirman la relación de los dos grandes premios del cine
El año pasado, los Globos de Oro la clavaron. El grado de coincidencia con respecto a los Oscars reafirmó los premios de la prensa especializada como pista de lanzamiento de las mejores películas de la temporada hacia las preciadas estatuillas doradas. Con salvedades, claro; sobre todo por las diferencias cuantitativas y cualitativas entre las categorías de ambos certámenes. Matices aparte, sin embargo, tanto ese precedente inmediato como las sustanciales coincidencias de críticos y actores en la valoración de ciertos filmes en liza apuntan a los Globos otorgados ayer como una buena apuesta para los principales reconocimientos de la Academia hollywoodiense.
En la edición pasada, los más de 90 miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood eligieron Moonlight como mejor largometraje dramático y
La La Land, la ciudad de las estrellas como mejor comedia: una distinción de géneros que no existe en los Oscars, y ahí reside una de las principales divergencias entre ambos premios junto con el hecho de que los Golden Globe Awards, y sólo estos, albergan una sección de televisión. Al margen de tales diferencias, el equilibrio no pudo ser mayor. Primero, porque Moonlight se llevó también el Oscar a la mejor película (equivalente al mejor drama de los Globos) y en segundo lugar porque la Academia concedió a La La Land siete galardones, uno más de los que le habían dado los periodistas. Moonlight ganó además los Oscars al mejor actor secundario (Mahershala Ali) y al mejor guión adaptado, asignatura esta última que no tienen los Globos.
Los jurados de las dos agrupaciones reconocieron como mejor actor principal (de drama en el caso de los Globos) a Casey Affleck por Manchester frente al mar, y también Emma Stone conquistó a ambos jurados (en la sección de comedia o musical en los Globos) con su excelente interpretación en La La Land.
La convergencia fue en suma muy alta, con ocho premios comunes de los once equiparables entre el total de catorce que tienen los Globos para cine (más once de tele) y los veinticuatro Oscars establecidos.
El paralelismo no ha sido siempre tan marcado. En una perspectiva amplia en el tiempo, se ve cómo las coincidencias varían de manera notable de año en año. Y esa irregularidad, unida a las disparidades que impiden homologar los dos concursos, ha llevado a muchos especialistas a cuestionen el carácter de “antesala” o palanca que los medios suelen reconopor cer a los Globos como anticipo de los Oscar. Pero a lo largo de la historia, es decir desde que los Globos se instituyeron en el año 1944, dos de cada tres estatuillas de Hollywood fueron a parar a filmes previamente bendecidos por la prensa. Y lo mismo ocurrió con los actores y, en menor medida pero en porcentajes superiores al 70 ciento, con las actrices.
Para este año, las favorables críticas dedicadas en los últimos meses a las películas que ayer salieron mejor paradas son obviamente un buen augurio para todas ellas; en especial, para Tres anuncios en las afueras, de Martin McDonagh, premiada por el público en Toronto y muy reconocida asimismo por el Sindicato de Actores; La forma del agua, del consagrado Guillermo del Toro, y Lady Bird, primera cinta de la actriz Greta Gerwig como directora.
El británico Gary Oldman, protagonista de El instante más oscuro en el papel de Winston Churchill, aparece igualmente bien colocado para conquistar el Oscar después de su triunfo de anteanoche como mejor intérprete dramático; lo mismo que Frances McDormand por Tres anuncios en las afueras. Ambas películas llegan este próximo viernes a las carteleras españolas, mientras que Lady Bird se estrenará el 23 de febrero junto con la ganadora del Globo de Oro a la mejor cinta extranjera, En la sombra, del alemán Fatih Akın. Antes, el 16 de febrero, podrá verse La forma del agua . La elección de nominados en la última criba para los premios más importantes del cine se conocerá entre medias, el 23 de enero del 2018: un mes largo antes de la ceremonia de entrega, el próximo 4 de marzo.
Las controversias de años anteriores en torno a los excesos alcohólicos de algunos periodistas y candidatos, así como las bromas más o menos fuertes de los más beodos o arrojados y, sobre, los puestos amaños o favoritismos en la concesión de determinados distinciones lastraron el prestigio de los Globos en comparación con los Oscars, años atrás. En esta edición, sin embargo, las denuncias contra los abusos y agresiones a las mujeres en forma de luto en el vestuario y mediante el poderoso discurso de Oprah Winfrey han borrado todo lo demás. Las protestas por el caso Weinstein y otros se llevan el mayor de los premios posibles en Hollywood: el de la dignidad.
PREMIOS EN COMÚN
En la edición pasada, la prensa y la Academia coincidieron en películas y actores
DENUNCIA Y PRESTIGIO
Las protestas contra las agresiones a las mujeres borraron ayer otras polémicas