La Catalunya trabajadora
El año 2017 acaba con más de 420.000 personas en paro, el 40% sin ningún tipo de prestación. El 56% de los parados son mujeres. 28.496 jóvenes buscan trabajo sin encontrarlo. El 22% de la gente vive bajo el umbral de la pobreza. El 12% de las personas con salario son pobres. Los últimos años los salarios han bajado un 7% de media, pero hasta un 22,5% los más bajos. La brecha salarial con las mujeres se ensancha hasta el 22%. Mientras, la economía crece más del 3%, el 57% de la riqueza está en manos del 10% de la población y el 1% acumula el 21%.
La Catalunya trabajadora sufre y CC.OO. trabaja contra este sufrimiento pese al empuje del poder empresarial y financiero global y de los gobiernos de derechas en casi toda Europa. Con la movilización en la calle y en las empresas, la acción jurídica, la negociación colectiva y la concertación social y gracias a la firmeza y perseverancia de miles de sindicalistas y trabajadores y trabajadoras hemos cerrado acuerdos en 2017 que apuntan la línea de corrección de estas desigualdades.
Como la renta garantizada de ciudadanía, que garantiza ingresos a todas las personas en Catalunya desde 664 euros a 1.200. Es una importantísima corrección de la pobreza más extrema. O como el Pacto Nacional por la Industria, que movilizará 1.814 millones para reforzar el modelo productivo. Para crear más y mejor empleo es necesaria una orientación económica y tecnológica de la economía que actúe como motor. Este
La clave para erradicar la pobreza y la desigualdad es acabar con la precariedad laboral y hacer que los salarios crezcan en torno al 3%
acuerdo debe mantener un ecosistema económico equilibrado y retener el talento de los jóvenes más formados que se están marchando. También el salario mínimo interprofesional, que llegará en el 2020 a 850 euros, con un incremento de un 20%, y que está pensado para cambiar la lógica de los descensos continuados de los salarios más bajos, que sobre todo afectan a las mujeres y los jóvenes, y marcar la línea de subida en los convenios.
La clave para erradicar la pobreza y la desigualdad es acabar con la precariedad laboral. Este es el objetivo principal de CC.OO. para el 2018 y para ello los salarios tienen que crecer en torno a un 3%, igual que crece la economía, y por eso reforzaremos la negociación colectiva. Recuperaremos el diálogo social para detener la temporalidad abusiva y la altísima rotación contractual y reforzar la causalidad en la contratación y los despidos, invalidando así la parte más dura de la reforma laboral. Denunciaremos el abuso de los alargamientos de jornada y de los millones de horas extraordinarias que eliminan miles de puestos de trabajo, y exigiremos la regulación del modelo de contrato a tiempo parcial por acabar con el abuso de la parcialidad no voluntaria que supera el 60%. También denunciaremos las falsas relaciones laborales de los falsos autónomos o las plataformas digitales, para contractualizar las relaciones de trabajo de miles de jóvenes y garantizarles un convenio colectivo. Y propondremos una reforma de la formación profesional para transformarla en un modelo de formación a lo largo de la vida, como herramienta de adaptación continua y de tránsito a modelo productivo en transformación acelerada.
En CC.OO. queremos que el trabajo digno y los derechos sociales sean la base de una sociedad más justa y más solidaria, más cohesionada y de progreso, donde trabajadores y trabajadoras vivamos con plenitud. La Catalunya trabajadora merece más bienestar y toda la dignidad.