Barcelona se postula para liderar el despliegue de la tecnología 5G
El Ayuntamiento y la Generalitat se alían para demostrar en el Mobile el potencial de la ciudad
Cuando llegó a Barcelona, el Mobile World Congress se llamaba 3GSM. El nombre venía de la tecnología 3G, que por aquel entonces era el no va más. Rápidamente llegó la evolución, el 4G. El salón se cambió el nombre para ser un evento en el que se da cita la telefonía móvil en el sentido más amplio. Ahora es el turno del 5G, la enésima revolución para que la navegación en los dispositivos sea mucho más rápida, los aparatos estén más conectados...
La tecnología aún por llegar se presenta como una gran oportunidad para Barcelona, que lleva tiempo tratando de conseguir que los efectos del congreso perduren en la ciudad más allá de los cuatro días de finales de febrero, cuando todos los focos se ponen en la feria. Las start-ups crecen en el 22@ y multinacionales como Cisco esuna cogen la capital catalana para instalar centros de innovación pero faltan proyectos de infraestructuras del sector que pongan la ciudad en el mapa de la innovación.
Es por eso que el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y la fundación Mobile World Capital se han aliado para impulsar la iniciativa 5GBarcelona. La intención es convertir el área metropolitana de Barcelona en una especie de laboratorio en el que se investigue y se implante la infraestructura que permitirá convertir la urbe en un entorno abierto experimental de las posibilidades de la tecnología 5G en el sentido más amplio posible.
“Barcelona está en condiciones de ser el gran hub tecnológico del sur de Europa”, defendió el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, durante la presentación del proyecto. La Comisión Europea escogerá durante los próximos meses entre tres y cuatro consorcios de todos los que se presenten para crear entornos de pruebas y validación del 5G. Se espera que haya más de una docena de candidatos compitiendo por una parte de los 700 millones de euros de fondos europeos previstos para el programa denominado 5G-PPP. El reparto de la suculenta inversión comunitaria seguirá unos parámetros de selección puramente técnicos, sin entrar en competición de aires eurovisivos como la de la Agencia Europea del Medicamento. El director de la Mobile World Capital, Carlos Grau, alerta del potencial de las otras candidaturas y resume la lucha por hacerse con el proyecto como “un Dakar en el que Asia y América han empezado a correr muy rápido pero Europa tiene ahora la gran oportunidad”.
PROCESO DE SELECCIÓN
La Comisión Europea invertirá 700 millones de euros en tres proyectos escogidos
PUNTOS FUERTES
El mayor aval es el congreso de telefonía y la investigación ya desarrollada
La propuesta barcelonesa cuenta con la implicación directa de la fundación i2CAT, el Centre Tecnològic de Telecomunicacions de Catalunya (CTTC) y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Su experiencia será determinante ya que los centros de investigación catalanes han obtenido financiación para participar en 22 proyectos de los 37 que ha otorgado la Comisión Europea desde el 2014, una cifra muy alta que posiciona especialmente bien a la iniciativa de Barcelona frente a las que puedan presentar otras capitales europeas.
A ello hay que sumar la consolidación de ferias como el Smart City Expo World Congress y, por supuesto, el Mobile. La próxima edición será la prueba de fuego para demostrar a John Hoffman y a los suyos que Barcelona es una ciudad que funciona pese a las inestabilidades políticas que se puedan dar. Las administraciones se han conjurado para volcarse en mitigar las inquietudes surgidas durante los últimos meses y aprovechan que serán observados con lupa para proyectar al mundo la propuesta sobre la implantación de la tecnología 5G en el área metropolitana.
La empresa privada también forma parte del consorcio que busca captar fondos europeos. La empresa Atos ya está implicada y la intención es trabajar estrechamente con empresas de infraestructuras como Cellnex y operadores como Vodafone, ya confirmado a la espera del resto. Gerardo Pisarello destacó “la implicación del mundo empresarial, de investigación y la ciudadanía” en lo que definió con un concepto que lo aglutina todo y que no se había escuchado hasta ahora en boca de un miembro del gobierno municipal: “colaboración público-privada-ciudadana”.
Una fase posterior de la inversión comunitaria potenciará la relación de la investigación y los avances tecnológicos con grandes empresas de sectores que se pueden ver beneficiados por las posibilidades derivada del 5G. No es baladí que en la última edición del Mobile estuviesen presentes compañías automovilísticas y se espera que repitan de nuevo este año. El sector de la salud también se espera que juegue un papel fundamental.
La primera prueba piloto en Barcelona con el paradigma 5G se está haciendo en el entorno de la calle Pere IV, en el Poblenou. Se estudia la mejor fórmula para poner las futuras pequeñas antenas 5G en mobiliario urbano como farolas y semáforos. El nuevo sistema podría sustituir las grandes antenas de telefonía que actualmente se instalan en las azoteas.
Las cifras que maneja la Comisión Europea sobre el impacto económico de la nueva tecnología son de vértigo. Hablan de 62.500 millones de euros de impacto directo anual dentro de la Unión Europea en el 2025, que se elevaría a 130.000 millones de euros sumando los impactos indirectos, además de una importante creación de empleos. Si se diera luz verde al proyecto barcelonés, entre el 10 y el 15% de este impacto podría repercutir en Barcelona y su entorno metropolitano.