Francia investiga la obsolescencia programada de las baterías de Apple
La fiscalía francesa abrió ayer una investigación a Apple Francia por “engaño” y “obsolescencia programada” al provocar la ralentización de algunos iPhones –sobre todo los modelos iPhone 6 e iPhone 6s– cuya batería está vieja o desgastada, tal y como la propia compañía reconoció el mes de diciembre. La investigación llega después de la denuncia presentada el 27 de ese mismo mes por la asociación Alto a la obsolescencia programada (HOP, por sus siglas en francés). En diez días, HOP asegura haber recibido más de 3.000 quejas.
En Francia, es ilegal acortar intencionalmente la vida útil de un producto para alentar a los clientes a reemplazarlo. Una ley de 2015 lo convierte en un delito, con penas de hasta dos años en prisión y multas de hasta el 5 por ciento de la facturación anual de la compañía.
Por su parte, Apple alegó en su día que el motivo para producir intencionadamente anomalía era, precisamente, alargar su vida útil y evitar que los teléfonos se colgaran o se cerrarán inesperadamente.
Esta denuncia se suma a las que Apple va a tener que hacer frente en Estados Unidos y en Israel, a pesar de que la empresa de Cupertino ha anunciado que sustituirá las baterías que provocan que los teléfonos inteligentes vayan más lentos por 29 euros, en lugar de los 79 euros que cuesta habitualmente esta reparación, precio que mantendrá a lo largo de todo el 2018.
Tras conocer la decisión de la fiscalía, Samuel Sauvage –presidente de HOP– ha dicho que “esta es una primera victoria para los consumidores (...) la apertura de una investigación tan rápida muestra que los elementos (de la demanda) son lo suficientemente importantes”. Sauvage dijo que esperaba que la investigación facilite un “estallido ciudadano” y un “cambio en las prácticas empresariales” frente a los desechos electrónicos.
En opinión de algunos analistas, este batterygate podría suponer una oportunidad para Apple, ya que algunos clientes pueden estar hartos del implacable ciclo de nuevas versiones del que Apple se ha beneficiado durante mucho tiempo y felizmente pagarían por extender la vida de sus teléfonos en lugar de pagar por uno nuevo.
Las pesquisas estarán dirigidas por la Dirección General de Competencia, Asuntos del Consumidor y Control del Fraude (DGCCRF, por sus siglas en francés), que forma parte del Ministerio de Economía. En cualquier caso, no se resolverá en breve, ya que la investigación de la justicia francesa podría llevar meses dependiendo de los hallazgos. Una vez terminada, el caso podría darse por terminado o pasar a manos de un juez para una investigación en mayor profundidad.
Esta es la segunda investigación de este tipo en Francia después de la que se abrió el 24 de noviembre contra el fabricante de impresoras japonés Epson por las mismas sospechas, también a raíz de una denuncia de HOP.